Madame Taconcitos en el Cementerio Central

La cultura popular bogotana es una joya oculta. Atesora grandes historias de folclor en espacios únicos como el Cementerio Central. Una de ellas es la de Madame Taconcitos.

Dentro de este lugar ya clásico en los bogotanos, donde reposan cientos de personalidades históricas para Colombia, sigue latente esta historia, que conmovió a la sociedad capitalina de la época, tanto que su desenlace, ante el velo de impunidad que rodeó el caso de feminicidio en el que resultó, se convirtió luego en un juego de cultura popular.

La muerte de Madame Taconcitos fue un crimen ocurrido a inicios del siglo XX y que hoy sigue sin resolverse.

María era una “madame” de baja estatura que se caracterizaba por el uso de tacones de punta excesivamente alta en relación a su cuerpo. Acomplejada por su tu tamaño, hizo de este tipo de calzado una parte inseparable de su forma de ser, por lo que la sociedad bogotana de la época empezó a llamarla “Madame Taconcitos”.

Hizo fortuna en el mundo de la venta de muebles de lujo. Sus principales clientes eran los miembros de la alta sociedad bogotana y sabanera, que no dudaban en dejarse ver con la Madame como muestra de que estaban dispuestos a adquirir sofás, sillas, chifonieres, armarios y mesas de centro de la más alta calidad.

Madame Taconcitos, sin embargo, empezó a ser víctima de críticas, entre comentarios que hacían sorna por su baja estatura, los que la tachaban de avariciosa y especuladora, hasta los más graves, como cuando la acusaron de ser aficionada a gozar carnalmente con jovencitos entre los 10 y 12 años de edad.

Pero sigue siendo un misterio si estas acusaciones fueron determinantes para su posterior asesinato. Nadie sabe quién la mató y por qué lo hizo. Casi un siglo después, su crimen sigue en la total impunidad.

La Madame que surtía muebles franceses a los vecinos de Usaquén, fue hallada muerta en el pozo de agua de su casa, ahogada y con visibles signos de violencia.

Y como las habladurías se multiplican allí donde la impunidad florece, la sociedad de la época especuló una maldición: el asesino de Madame Taconcitos volvería al mismo lugar donde ella fue enterrada, el Cementerio Central de Bogotá, y el alma de la mujer buscaría al asesino, así como éste buscó la fortuna de la dama vendedora de muebles.

Con el pasar del tiempo, los visitantes del Cementerio sabrían que el asesino de Madame estaba enterrado allí, y que sus pasos no huirían de la impunidad, por más que fueran perseguidos por unos pequeños pies enfundados en tacones de aguja alta.

Canal Capital revivió el tema a través de su serie Cachacos:

¿Quién mató a Madame Taconcitos?

¿Cuántos secretos se esconden en el Cementerio Central? Acompáñenos a descubrir quién mató a Madame Taconcitos, una de las historias más tradicionales de la Bogotá clásica.Más historias en www.conexioncapital.co →

Publicada por Canal Capital en Viernes, 9 de noviembre de 2018

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