36 comedores comunitarios se reabrieron en la ciudad implementando estrictas medidas de bioseguridad. Quienes no se puedan desplazar hasta esos lugares tienen la opción de solicitar el servicio puerta a puerta o recoger la comida para llevar a casa.
Con el fin de garantizar la seguridad alimentaria de personas en condición de vulnerabilidad, en Bogotá abrieron de nuevo sus puertas estos espacios que ahora ofrecen servicios adicionales para personas con dificultades de desplazamiento.
“Han tenido una transformación en entregas a domicilio para los adultos mayores que no pueden salir o que las personas puedan llegar con unos paquetes específicos para que les entreguen la comida directamente y no tengan que estar en el lugar”, señaló Xinia Navarro, secretaria de Integración Social de Bogotá.
Los beneficios de la estrategia reducen los riesgos de contagio por coronavirus y cumplir las medidas de bioseguridad estipuladas, lo que también se aplicará en el resto de comedores comunitarios de la ciudad que se irán abriendo paulatinamente.
Estas posibilidades se ofrecerán en estos espacios que tiene la ciudad dispuestos en 18 localidades, y en los que reciben alimentación actualmente 32.870 personas con servicios adicionales.
Durante la emergencia, los comedores han garantizando la alimentación de sus beneficiarios mediante la entrega de alimentos crudos para preparar en casa, supliendo el 40% del aporte nutricional diario sugerido.
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