Las reclusas del Centro Penitenciario para Mujeres el Buen Pastor buscan alternativas para salir de sus dificultades con emprendimientos que se materializan en sueños y ayudas para sus familias.
Con artesanías que incluyen cuadros, bolsos, manillas, collares, entre otros, un nuevo rumbo de vida se tejen estas mujeres.
"Para recuperarse de la drogadicción, totalmente no son obligadas, ya porque quieren salir, estas se encuentran en un patio y realizan estas manillas, todo lo bisutería y vienen en un programa, duran aproximadamente 1 o 2 años dependiendo de su estado psicológico, muchas de ellas se han recuperado de la droga y ellas están aparte por su consumo, por su ansiedad y por seguridad", dijo Sandra Pinto, reclusa.
Ellas destacan que cada elemento que crean lo hacen con dedicación y pasión, pues aún entre muros, la responsabilidad es grande.
"Con esto podemos comprar las encomiendas, podemos comprar lo que venden en el expendio, muchas de nosotras somos madres cabezas de hogar que mantienen las familias de esto, también se trabajan los peluches, se hacen los pesebres y acá tenemos bastante ingenio, todo lo que se hace en la cárcel es para vender y para poder traer productos", recalcó Sandra Pinto.
Aunque confirman que tuvieron errores en el pasado, destacan que tener un nuevo rumbo si es posible.
Aquí el informe completo:
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