El Ministerio de Salud y Protección Social, basado en evidencias científicas internacionales, publicó un informe en donde muestran que los dispositivos electrónicos contienen sustancias como el propilenglicol, cuya inhalación a altas temperaturas puede producir irritación de ojos, garganta y afectación de las vías aéreas; glicerina, que desarrolla neumonía lipoide y enfermedad pulmonar intersticial.

Por otro lado, contiene nicotina que aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, respiratorias y gastrointestinales. Incluso, puede afectar el desarrollo del cerebro en los adolescentes y jóvenes, es peligrosa para la salud de las embarazadas y los bebés en gestación.

Además, los elementos usados en los sistemas electrónicos de administración de nicotina y sistemas similares sin nicotina (SEAN y SSSN) contienen partículas ultrafinas que incrementan el riesgo de enfermedades coronarias, cáncer de pulmón y asma. Asimismo, se pueden encontrar sustancias asociadas a cáncer, como metales pesados, formaldehído, acetaldehído, butilaldehído, acroleína, acetona, y otras como benceno, tolueno, etilbenceno, xileno.

Según esa evidencia científica y las experiencias de otros países recopiladas por el Ministerio de Salud, el uso de cigarrillos electrónicos y vapeadores incrementa tres veces más el riesgo de fumar cigarrillos convencionales, lo que sugiere que los cigarros electrónicos facilitan el consumo de productos de tabaco comunes e incluso de otras sustancias psicoactivas.

A raíz de la problemática, Juan Pablo Uribe Restrepo, ministro de Salud y Protección Social, habló del llamado de atención que está haciendo el Instituto Nacional de Salud (INS) y el Congreso de la República para avanzar en un marco regulatorio sobre estos dispositivos que, según la evidencia científica recopilada, se vaya ajustando y reduzca así el riesgo en salud pública para todos los ciudadanos.

“Debemos tener la capacidad normativa para regularlos debidamente, por ejemplo, que sean dispositivos solo para adultos, que su información no sea distinta a la que la evidencia exigiría y que no pueda haber una publicidad abierta, así como la normatividad del tabaco. El Congreso de la República nos estaremos sumando en la construcción del proyecto de Ley, para que el país cuente en el menor tiempo posible con ese marco equilibrado y ajustado a la evidencia científica”, manifestó el ministro.

El funcionario, con base en la revisión de la literatura y seguimiento a las experiencias de otros países frente al tema, está tomando medidas, como la divulgación del mensaje para desterrar esa sensación de que el consumo de los SEAN y los SSSN no tienen riesgo; la adopción de una circular para poder contar con registros de los eventos de salud pública conexos con el vapeo y cigarrillos electrónicos, y el trabajo con sociedades científicas, asociaciones médicas y profesionales para mantener permanentemente una pedagogía sobre los riesgos asociados con esos comportamientos.

Con información de KienyKe

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