Los empleados de los restaurantes ven con esperanza la apertura de los negocios, aunque en muchos establecimientos les mantuvieron los sueldos, sus ingresos bajaron el 50% o más al dejar de recibir propinas.

La propina es vital para el sostenimiento económico de las familias de los trabajadores. Quienes se desempeñan atendiendo a los clientes aseguran que la propina no es un regalo, es valorar el servicio que se recibe, porque el trabajo que conlleva preparar un plato, o una bebida es mucho mayor de lo que los clientes se puedan imaginar.

Una de la claves para una exitosa reactivación económica es apoyar al micro, pequeño y mediano comerciante, del mismo modo a los empleados; si las personas tienen bajas en su sueldo, pierden capacidad de compra, clave para reactivar la economía.

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