A partir del 2011 fue reconocido el síndrome de Asia como una enfermedad consecuente de algunas cirugías estéticas.

¿Qué es el síndrome de Asia?

Es un cuadro clínico cuya sigla quiere decir Síndrome Autoinmune Inducido por Adyuvantes, es decir, por sustancias que tienen la capacidad de generar respuestas inmunológicas no deseadas.

Sin embargo, quienes lo padecen tardan tiempo en darse cuenta que lo pudo haber causado las siliconas que contienen adyuvantes.

De acuerdo con la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética, los tratamientos estéticos que más se realizan en Colombia, son la implantación de prótesis mamarias con silicona y la lipoescultura.

Se calcula que cada año se realizan más de medio millón de intervenciones estéticas de todo tipo.

A esto se le suman los estereotipos con los que crecieron muchas mujeres que no se siente completas si no se operan, por tanto, Colombia tiene un alta demanda de turismo estético.

“Yo pienso en cómo hay un montón de oferta social para que nosotras las mujeres tomamos la decisión de operarnos y no hay un capo psicológico con el cual pensemos qué hacer y por qué hacerlo, ver las consecuencias a largo plazo”, dijo Ana Cristina Beltrán, cofundadora de la Corporación Sanación.

Las mujeres que son diagnosticadas con el síndrome, no piensan que es Asia, sino que es un síntoma aislado a las cirugías estéticas.

“Yo me implanté a los 18 años y duré aproximadamente 14 años, y luego me los quité y me puse otro. Y luego de dos años empecé a tener gripas muy fuertes, tuve alergias graves, tiroides y me dio vértigo también”, narró Angelly Moncayo, fundadora de Asia Recovery

Angelly tuvo más de 40 síntomas y tras varios estudios, los médicos no sabían qué era lo que ocasionaba ese desorden inmunológico en su organismo.

“La gran mayoría de mujeres que pasamos por un síndrome de Asia somos tildadas de locas, nos remiten incluso al psiquiátrico”, contó Angelly Moncayo.

La actriz narró que dentro del gremio médico era un tema desconocido.

“Es una invitación a los profesionales de la salud, para que nos escuchen y pongan primero nuestra salud”, expresó Angelly Moncayo.

Algunas mujeres que deciden operarse lo hacen impulsadas por los imaginarios sociales que llegaron en su infancia, incluida las telenovelas.

“Cuando tenía 11 años me metí al cuento del modelaje, a hacer comerciales y a los 14 años ya comencé a sentir esa presión sobre cómo me veía, me hacían comentarios como: “el cuerpo está muy bien, pero el busto está un poco pequeño”. Y yo asumí que ellos tenían razón”, comentó Angelly Moncayo.

Sin embargo, quienes fueron pacientes de Asia, sugieren no hacerse implantes mamarios y que si los tienen y se los quieren retirar, lo hagan sin miedo a ser juzgadas.

“Es importante comprende el contexto social de las mujeres que han tomado esa decisión y dejar de lado, la culpa, el miedo y la vergüenza”, indicó Ana Cristina Beltrán.

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