Tras el impacto, algunos de los pobladores despertaron para buscar de dónde provenía el ruido que los despertó, sin saberlo, se encontraron con un avión de LaMia siniestrado, el cual transportaba a la delegación del Club Chapecoense.

En medio de la noche los habitantes de este municipio humilde se introdujeron en el cerro para ayudar a las personas que no paraban de pedir auxilio.

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De inmediato el trágico suceso empezó a acaparar los medios nacionales e internacionales, la mala noticia fue inevitable. En el sitio murieron 71 personas, entre ellas jugadores, directivos y periodistas que iban a bordo del avión.

Seis personas sobrevivieron al siniestro aéreo, de los cuales tres son futbolistas: Jackson Follmann, Alan Ruschel y Helio Nieto.

Otra de las sobrevivientes y que se convirtió en uno de los símbolos del hecho fue Ximena Suárez, quien en el momento del accidente se desempeñaba como azafata del avión. La mujer salió gravemente herida pero después del suceso aseguró que espera volver a volar.

Al cumplirse un año de la tragedia, aún son inciertas las causas de la caída del vuelo 2933 de LaMia, sin embargo el informe preliminar del Grupo de Investigación de Accidentes Aéreos (GRIIA) indica que el descenso del avión se produjo por irresponsabilidad del piloto, quien no se reabasteció y dejó sin combustible la aeronave.

El Club Chapecoense se dirigía a Medellín para disputar la final de la Copa Sudamericana con el Atlético Nacional.

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