Canal Capital, en recorrido por la vía al Llano, evidenció el trabajo de las volquetas para sacar el lodo y las piedras que tienen cerrado el paso y conoció cómo organizaron una ruta por una trocha veredal que ayudó un tiempo a agilizar el paso.
Por el sector transitan con frecuencia las volquetas que cumplen con la tarea de sacar el material que está sobre la vía. En cada viaje sacan unos 13 metros cúbicos de material y luego de unos 15 minutos de recorrido hacia Bogotá llegan a un terreno ubicado en Cáqueza.
Desaprovechar esta estructura y saber que el paso por las rutas alternas puede tomar más de 8 horas, ha obligado a la gente del sector a usar un paso que cruza por encima del sitio del derrumbe.
"Es una trocha y es muy peligrosa, de hecho que solo van camperos y 4x4 porque ningún otro tipo de carro pasa", comentó Norvey Sánchez, usuario de la vía.
En los últimos días estuvo muy visitada esa trocha porque armaron un plan con transbordos para pasajeros que necesitan moverse entre Bogotá y Villavicencio.
Pero la frecuencia del paso de carros acabó de dañar el camino. Cuando Canal Capital llegó, encontró cerrado el acceso porque estaban tratando de repararlo.
Es decir que las largas filas de camiones en la salida de Bogotá desaparecieron y ahora los camperos aguardan por el paso en la subida a las veredas, aunque allí también hay camiones.
Pero cada bulto, cada minuto de espera, cada daño, cada "pequeño perjuicio" suman ya una inmensidad que no entra a las estadísticas de pérdidas.
Por: Javier Giraldo
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