La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) proclamó a la Serranía del Chiribiquete, ubicada entre los departamentos de Caquetá y Guaviare, como patrimonio mundial, en las categorías de sitio mixto, cultural y natural.

La decisión se conoció durante la sesión 42 del Comité de Patrimonio Mundial de esta organización, que comenzó el pasado 24 de junio y que tiene lugar en Manama, Baréin. El ecosistema colombiano hacía parte de una lista de 30 candidaturas en total, tres en la categoría de sitios mixtos.

Esta megareserva natural, a casi 400 kilómetros de distancia al suroriente de la capital colombiana, comprende una extensión actual de más de 2’780.000 hectáreas (ha).

Hablar de la Serranía del Chiribiquete en Colombia permite hacer dos cosas al mismo tiempo: hacer un viaje al pasado e imaginarse en el cielo desde la Tierra.

Esta dualidad es posible gracias a, por un lado, su exuberante riqueza natural, que reúne las condiciones para ser una de las áreas con mayor diversidad biológica del planeta, y porque además, contiene 50 paneles de unos siete metros de altura promedio con unas 70 mil pinturas del paleoindio, el periodo que marca la colonización del Nuevo Mundo por parte del Homo Sapiens, aproximadamente entre los años 15.000 y 7.000 a.C.

Sin embargo, gracias a su importancia ambiental y cultural, el Gobierno colombiano declarará su ampliación este lunes, en 1'486.676 has adicionales. Es decir, el parque natural alcanzará las 4.268.095 has y se convierte en el área continental protegida más grande de este país andino. Con esta decisión, se fortalecerá la conectividad de ecosistemas estratégicos de los Andes, la Orinoquía y la Amazonía, y se protegerán al menos 708 especies representativas de plantas.

El presidente colombiano Juan Manuel Santos celebró la decisión de la Unesco, a través de su cuenta de Twitter: "¡Gran noticia para Colombia! @UNESCO_es acaba de proclamar a Chiribiquete como patrimonio cultural y natural de la Humanidad. Mañana [lunes] estaremos en el parque para ampliar y proteger aún más nuestra biodiversidad #PatrimonioMundial".

El expediente que se presentó ante la Unesco se viene construyendo desde hace más de diez años y ha sido un proceso liderado por el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (Icanh), que asumió la responsabilidad en el ámbito cultural con el apoyo del Ministerio de Cultura; y de Parques Nacionales Naturales, con el acompañamiento del Ministerio de Ambiente, que jugaron un rol fundamental en el tema ambiental.

Ernesto Montenegro, director del Icanh, explicó que el hecho de que este espacio sea valorado como patrimonio mundial se debe gracias a sus “características excepcionales, tanto en el ámbito cultural como en el natural. Hay evidencia de la existencia de poblaciones humanas de una gran profundidad cronológica y de otra parte, las características naturales, tanto geológicas como bióticas, constituyen unas de las riquezas más importantes del norte de la Amazonía”.

Según Montenegro, esta declaratoria se suma al conjunto de instrumentos de protección territorial que resguardan y cobijan las riquezas naturales y dinámicas ecológicas que se producen en el territorio, al tiempo que garantiza la protección de los bienes culturales que se hallan allí contenidos, “con la perspectiva de que estén al alcance de las poblaciones contemporáneas y las venideras”.

El Gobierno colombiano señaló que el expediente que se presentó ante la Unesco ha sido un largo camino en el cual han participado múltiples entidades y comunidades de la región. “Vale la pena resaltar el papel que ha tenido la Cancillería al convocar a las distintas entidades a avanzar en la constitución del documento”.

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