La sede de Bogotá del Consejo Regional Indígena (CRIC) fue vandalizada en las últimas horas con mensajes alusivos y en contra de la protesta. Los indígenas rechazaron los hechos y el Distrito pide respeto para ellos.
Grafiteadas, así quedaron las paredes de la sede del CRIC ubicada en el barrio la Candelaria en Bogotá.
Nelson Basto, autoridad de la CRIC, pidió que “entiendan que somos la diferencia, pero que la diferencia también la construimos, que la diferencia también hace país”.
Aunque no se sabe quién escribió en las paredes de su fachada, integrantes del CRIC emprendieron una jornada de visibilización en rechazo a esta situación.
“Nosotros como indígenas del Cauca, como guardias indígenas somos también colombianos y que como colombianos merecemos todo el respeto y no solamente del Gobierno Nacional, de la comunidad entera. Se lucha no sólo por unos derechos individuales sino por los derechos colectivos y esos derechos colectivos hoy se ven obstaculizados por las armas”, agregó Nelson Basto.
Desde la Secretaría de Seguridad, el Distrito se pronunció fundamentado en el respeto que deben recibir todas las personas.
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Hugo Acero, secretario de Seguridad, sostuvo que “es un hecho censurable y llamamos a la mesura y sobre todo al respeto para todas las comunidades en especial para la comunidad indígena”.
El Consejo Regional Indígena busca el apoyo de los ciudadanos y el Gobierno para continuar manteniendo la situación pacífica de protesta como se ha dado en relación con ese grupo en la ciudad de Bogotá. No descarta que los hechos de confrontación entre civiles y la Minga Indígena en Cali puedan replicarse en Bogotá.
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