Capítulo: Valentina Pardo - gimnasta

La gimnasia nació en la antigua Grecia y significa “aficionado a hacer ejercicios atléticos”. Para la época, sólo los hombres podían practicarla, pues eran ellos quienes competían en los Juegos Olímpicos para honrar a los Dioses y lo hacían desnudos.
Como deporte de alto rendimiento, la gimnasia forjó unas bases de fuerza, flexibilidad, agilidad, resistencia y equilibrio para probar las capacidades de quienes la practican.
Muchos libros se escribieron en el medioevo sobre esta actividad y, además, hay una disputa por quiénes fueron los que impulsaron el movimiento, la práctica y crearon las reglas para el desarrollo de esta disciplina deportiva.
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Se dice que, en Estocolmo, Per Henrik Ling fue quien dio los primeros pasos de la gimnasia creando el Royal Gymnastics Central Institute en Suecia. No obstante, la historia da como padre fundador de la gimnasia moderna a Friedrich Ludwig Jahn, quien en 1816 redactó en su libro “El arte alemán de la gimnasia” y que procedió la creación de clubes en Berlín.
La gimnasia fue incluida por primera vez en los Juegos Olímpicos modernos de Atenas en 1896, las justas que significaron el renacer de la antigua tradición de la Grecia Antigua. Con la fundación de la Federación Internacional de Gimnasia, se declararon seis modalidades de este deporte: gimnasia artística, gimnasia rítmica, gimnasia aeróbica, gimnasia acrobática,  trampolín y gimnasia para todos.
Este deporte llegó a Colombia en 1940 de acuerdo con los registro de la Secretaría de Cultura y Recreación gracias al sacerdote italiano Mosser, radicado en el Colegio Salesiano León XIII donde iniciaron las primeras clases, pero fueron el argentino Jorge Carranza y el estadounidense Charles Pons los que dieron un salto de calidad al desarrollo y práctica de este deporte en el país.
Desde 1975 Colombia ha participado en todos los ciclos olímpicos de esta disciplina en la que hoy resalta la bogotana Valentina Pardo, una gimnasta artística de 22 años, cinco veces campeona nacional, partícipe de unos Juegos Olímpicos Juveniles y medallista en Juegos Suramericanos, Bolivarianos y Centroamericanos y del Caribe.
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En este capítulo de DE LOCAL se  resalta su historia de sacrificios, resistencia, caídas y también muchos triunfos que le han dado el rótulo de ser referente de esta disciplina. Varias lesiones, una vida de retos y el apoyo de una familia volcada hacía su talento, nos demuestran la importancia del trabajo en equipo para llegar a donde se quiere en la vida.
Este capítulo revela también parte de su vida familiar, su relación con su barrio Timiza de la localidad de Kennedy y lo que piensan de ella su entrenador y su hermana, la gran impulsora de la carrera de Valentina.