¿Cómo superar la muerte de un ser querido?

No es fácil afrontar la pérdida de un familiar, de un amigo o de una persona especial. Pero, ¿cuáles son las consecuencias de no superar la muerte de un ser querido? ¿Qué afectaciones puede causar un mal proceso de duelo? ¿Cómo puede afectar nuestro cuerpo y mente la pérdida de un ser querido?

Para resolver estas dudas estuvieron En Directo Capital Omar Gómez, psicólogo clínico con estudios en psicología cognitiva, y Rigoberto López, médico especialista en psiquiatría de la Universidad del Bosque, vinculado con la Clínica Montserrat.

La pérdida de un ser querido es uno de los momentos más difíciles para una persona, esta situación puede desencadenar en largos periodos de tristeza y depresión. Según la Asociación Americana de Psicología, aceptar la muerte de alguien cercano puede tomar hasta un año, sin embargo no hay una duración estándar del duelo.

Expertos señalan que además del tiempo, es importante mantener buenos hábitos y recibir el apoyo del entorno para poder superar la pérdida. En psicología se manejan 5 etapas del duelo que son: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. Después de este proceso habrá aprendido a vivir con esa pérdida.

“La negación es el estado de shock de no poder entender la situación, a través de la negación nos aislamos del hecho”, explicó López. Por su parte, Gómez señaló que la etapa de la ira es dónde cuestionamos las razones de la pérdida.

La  negociación es uno de los momentos importantes a la hora de superar un duelo debido a que es cuando empezamos a ver que podemos adaptar nuestra vida a esa nueva fase. “Es una etapa interesante porque le permite a la persona, una vez pasada la ira, empezar a poner los pies en la realidad”, agregó López.

La depresión, por otro lado, se da cuando después de las anteriores fases, se evidencia un llanto constante e incontrolable, el cual es necesario vivir como una herramienta de desahogo.

Finalmente, en la aceptación, el individuo entiende la situación, lo asume y lo vive como algo que ya pasó y aunque le siga doliendo, puede lidiar con esta realidad.

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