Para tener plata, suerte en el amor, futuro en los negocios y muchas cosas más sirven las hierbas aromáticas. Así lo precisan los comerciantes de las plazas de mercado o pequeños negocios que se dedican a la venta de puchos o atados de esperanza.
Pócimas, brebajes, baños de sahumerios, rezos y otras prácticas hacen parte de la creencia popular en los agüeros y en las hierbas, ya sean dulces o amargas. Cada una tiene una función.
La gente acude a buscar estas plantas, que son cultivadas en Cundinamarca y Boyacá. Son consideradas, por muchos, como herramientas clave para conseguir un empleo o eliminar las malas rachas.
Junto a los agüeros, que se tienen para el 31 de diciembre y otras fechas, están también esas prácticas que incluyen perfumes, lociones y baños que se fabrican con hierbas y especies.
Nuestra invitada y su familia, así como muchas otras en Bogotá, derivan su sustento de las hierbas. En Bogotá se pueden encontrar en la Plaza del 12 de Octubre, la Plaza de las Hierbas y la del Restrepo. Los compradores insisten en que estas ayudan a la suerte y a recuperar al ser amado.
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