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El Concejo de Bogotá aprobó una propuesta que busca establecer sanciones sociales para quienes arrojen chicles y colillas en espacios públicos de la ciudad, además de crear mecanismos para su correcta disposición.
El proyecto de acuerdo, liderado por la concejala Lucía Bastidas del Partido Verde, pretende reducir la contaminación en Bogotá ocasionada por los chicles y las colillas de cigarrillo que son arrojadas frecuentemente por los ciudadanos.
Se estima que una colilla de cigarrillo contiene más de 4.000 sustancias tóxicas y su periodo de descomposición puede tardar hasta de 10 años.
Respecto a las gomas de mascar, la concejala informó que muchos de los taponamientos que se producen en el Acueducto son consecuencia de los residuos de chicles.
La propuesta contempla campañas para generar conciencia en los habitantes, así como comparendos ambientales y sanciones pedagógicas que incluirían acciones como la limpieza de parques y espacios públicos. Aún no se incluyen sanciones económicas por estos actos de contaminación
El acuerdo aún debe ser sancionado por el alcalde Enrique Peñalosa y después se procedería a establecer sanciones pedagógicas y comparendos ambientales por parte de entidades como la Secretaría de Ambiente y la Uaesp.
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