No hay nada mejor que soñar con un viaje al exterior, y de paso hacer compras y ojalá que salgan más económicas que en Colombia, llegar cargado de regalos para la familia y de paso hacer turismo, así sea con sándwich y agua, pero hacer turismo en el exterior. ¡El sueño de una gran mayoría!
Cuando el dólar tocó en febrero de 2017 los 2.849 pesos, pensé "Aquí empieza el descenso", y estaba esperanzado en que bajara a 2.500, luego a 2.000 y así soñar con disfrutar la dicha de tener un dólar un poco menos elevado. Le pregunté a varios analistas económicos, quienes como siempre y ante una pregunta difícil, pues se trata de un tema de predicción, algunos respondieron sube a 3.000 en 2018; otros manifestaron que en 2.500 pesos se podría mantener por un año.
Estamos en octubre de 2018 y tenemos un dólar rondando los 3.200 pesos. Felices y sonrientes están los exportadores, también los que ganan en dólares en Colombia; no se cambian por nadie los que trabajan en el exterior y envían remesas a sus familiares en dólares y acá reciben en pesos. Pero ¿en dónde quedamos los que ahorramos todo el año para viajar al exterior y debemos comprar dólares para salir? Sí, es cierto que puedo viajar a Bolivia, Argentina, Europa, sin tocar el dólar, pero empezando por los tiquets, entramos perdiendo; el euro ni se diga, hoy ronda los 3.626 pesos, así que ni pensar en esa posibilidad.
Volví a preguntar a varios expertos en pronóstico de divisas, esta vez coincidieron todos en que la moneda de los gringos, permanecerá sobre los 3.000 pesos al cierre del año. Mientras eso se cumple, algunos se endeudan y viajan al exterior, y llegan quejándose de la deuda con la tarjeta de crédito, y con razón, todo lo que se compra en el exterior con tarjeta se cobra a precio oficial del dólar de ese día.
Otros optan por hacer turismo nacional, pues solo nos entendemos con pesos colombianos y ahí si está el chiste del regateo. ¡A buscar lo que se ajuste a mi bolsillo! Y alcanza, y se disfruta, y compro ropa nacional, y apoyo a la industria nacional, y mi dinero se queda acá en mi país.
Disfrutaré Colombia en estas vacaciones de fin de año, y compraré producto colombiano. Creo que, a la fuerza, un gran numero de connacionales entenderemos que con un dólar alto no hay otra opción que que movernos internamente en todos los sectores de la economía.
Pero insisto, deseo un dólar más bajo, puede ser a $1.500 pesos o a $1.000. ¿Será mucho soñar? Con un dólar así se llena el país del TÍO SAM, 10 veces más de lo que se llena todos los días del año.
Seguiré esperando y añorando con un dólar bajo en Colombia.
Por Carlos Grosso.
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