Cuatro miembros de una familia invirtieron todos sus ahorros en vehículos de transporte especial escolar y hoy, están prácticamente en la calle. Este gremio solo labora 10 meses al año y este, ya llevan 2 sin poder hacerlo.
Los transportadores dicen que sus vehículos están echando raíces, botados en las calles o en parqueaderos privados esperando una solución.
En Fontibón, los cuatro miembros de una familia veían el transporte escolar como un negocio próspero pero ahora está paralizado y los tiene prácticamente en la ruina.
La presión, el desespero por mantener a sus hijos, a sus familias, los ha llevado a tener prácticamente que regalar sus vehículos.
Y aunque anímicamente no estén bien, dicen, hay que seguir para adelante; por eso no se han quedado quietos y unieron esfuerzos para fabricar cabinas de desinfección.
Por ahora, la solución más cercana para volver rodar sus vehículos, es una resolución expedida por el Gobierno Nacional que permitiría que al menos 36.000 vehículos en Bogotá puedan retomar sus labores como transporte público urbano a través de empresas que deben cumplir con los protocolos y lineamientos para atender la demanda de pasajeros en medio de la emergencia sanitaria por el COVID-19.
Aquí el informe completo:
Las Historias de Paz, producto del trabajo de la Corporación Otra Escuela, y con Capital…
La desaparición forzada es un delito en el cual personas son detenidas y privadas de…
Capital, Sistema de Comunicación Pública, medio aliado, te invita a disfrutar la nueva edición de…
La reciente fuga de 34 personas privadas de la libertad puso en alerta al Distrito…
El pasado 22 de agosto Leonardo González, director del Observatorio de Derechos Humanos y Conflictividades…
La PTAR Canoas permitirá completar el tratamiento del 100 % de las aguas residuales de…