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Los casos de robo y escopolamina van en aumento en Bogotá | Bogotá Debate en Mesa Capital

Los casos de robo en la capital han aumentado bajo la modalidad de uso de escopolamina, ¿qué está pasando en la ciudad?, para comprender la situación dialogamos con especialistas, concejales y denunciantes. En un estudio que realizó un corte entre los meses de enero a abril, el incremento de estos casos fue del  82%.

Pino Calad puso sobre la mesa el debate en torno al aumento de los casos en que los delincuentes hacen uso de la escopolamina para poner bajo estado de indefensión a sus víctimas y poder despojarlos de sus pertenecías sin que haya resistencia, e incluso en otros casos, para abusar sexualmente de sus víctimas.

Para profundizar, nuestra mesa de Bogotá Debate está integrada por representantes de distintos sectores. Nos acompañaron Juan Javier Baena quien es concejal, el representante del gremio de los taxistas Hugo Ospina, la presidenta de Asobares Adriana Plata, el doctor Miguel Tolosa, quien es Toxicólogo de la FUCS y el psicólogo Daniel Rojas, del proyecto Échele Cabeza.

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El aumento de estos casos además de causar grandes afectaciones a las personas que son víctimas, afecta al sector comercial que se desarrolla durante la noche, así como distintos sectores de la ciudad donde los casos son más recurrentes.

El Hospital Infantil San José de Bogotá presta el servicio toxicología más grande la ciudad y único 24 horas, por lo cual la reciben la mayoría de pacientes que han sido escopolaminados.

“Hemos visto aumentos, sin embargo para nosotros no es nada ajeno dado que estos picos se vienen presentando todos los años, el único año en que no se presentó pico, fue los años de la pandemia”, aseguró el doctor Miguel Tolosa, quien es Toxicólogo de la FUCS.

El especialista en toxicología explicó que el término escopolamina es un término que hace relación en forma general a aquellas sustancias que se usan para producir una ‘sumisión química’.

“La Sumisión química es para poner a la víctima en estado de indefensión, ya sea para robarlo o para agredir sexualmente”, explicó el doctor Miguel Tolosa.

Según el toxicólogo, con base en estudios de distintas entidades como Medicina Legal, se comprobó que las sustancias que más se utilizan en estos casos son las benzodiacepinas,  que son medicamentos para sedar pasantes que sufren episodios psicóticos agudos.

Sin embargo, sectores como el de los taxistas también se han visto afectados y han sido víctimas.

“Son más los casos donde el taxista ha sido víctima que victimario. Siempre estamos delante de la persona que no sabemos cómo va a actuar. Uno de los principales consejos que le doy a los compañeros taxistas es: no entren en confianza con ninguna persona, preste el servicio como tal, no reciba dulces, no reciba bebidas”, afirmó Hugo Ospina representantes del gremio de los taxistas.

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Ospina también agregó que se les ha recomendado a los conductores de taxi que en el lapsus antes de sentirse inconsciente, deben detener el vehículo y pedir ayuda.

Para Julia Baena, concejal por el Nuevo Liberalismo, es alarmante no solo el aumento de las sustancias químicas para poner en indefensión a los ciudadanos, sino que estos casos van aumentando con los hurtos.

“Vemos también un incremento de más del 10%  en el uso de arma de fuego, al corte de abril y más de un 10%  en uso de arma blanca. ¿Qué creo que está pasando en Bogotá?  Que se está profesionalizando el crimen”, manifestó el concejal Juan Baena.

En cuanto a los bares y establecimientos nocturnos, que son uno de los principales espacios donde los delincuentes aprovechan para llegar a  sus víctimas, la seguridad y equipo de trabajo de los establecimientos se ven impotentes en muchos casos para ejercer control.

“Es una situación que se vuelve un peligro tanto para el establecimiento como para el equipo de trabajo y nuestros clientes, no es fácil dar control en el momento del ingreso de las personas para saber qué están ingresando, muchas veces esas sustancias no son tan visibles o fáciles de detectar”, comentó  la presidenta de Asobares Adriana Plata.

Desde los bares y comercios nocturnos, se les ha recomendado a las personas no descuidar sus bebidas, no interactuar con grupos de personas desconocidas.

“Lastimosamente ahí es donde muchas de las situaciones han pasado”, agregó la presidenta de Asobares.

Ante esta crisis de seguridad por los casos de escopolamina en la ciudad, el concejal Juan Baena sugirió que es necesario hacer control político y mesas de trabajo respecto a esta problemática, una articulación con toda la oferta institucional de Bogotá.

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“Qué vamos a hacer con los taxistas, qué vamos a hacer con Asobares, con los bares, qué vamos a hacer con los policías y con la Secretaría de Movilidad. Esa es la brújula que deberíamos encontrar”,  expresó del concejal del partido Nuevo Liberalismo.

Además de la seguridad es importante tener en cuenta qué pasa de forma momentánea y posterior con las víctimas, que por lo general se ven expuestas a estos medicamentos  que lo que buscan es sedar a las víctimas para ponerlos en estados de sumisión y que adicional a esto ya han consumido alcohol o es el medio para suminístralo, llevan a la persona a un estado de amnesia posterior a la administración de la sustancia.

Esta pérdida de memoria genera un estado de desubicación para quienes son víctimas de escopolamina.

“Las consecuencias a nivel psicológico que una persona puede tener en estos casos de intoxicaciones, van hacia dos lados específicamente. Uno hacia los deterioros psicológicos principalmente a la memoria a corto plazo o en los procesos de retención de información y en funciones ejecutivas. De otro lado, por la parte emocional las personas pueden presentar cuadros de ansiedad, de depresión o estrés agudo y que llevan a una imposibilidad para que la persona se reincorpore a su cotidianidad o a los lugares de entretenimiento nocturno”, explicó  el psicólogo Daniel Rojas, del proyecto Échele Cabeza.

Los panelistas también hablaron de la importancia del control sobre la venta y el tráfico de estas drogas o medicamentos que circulan de forma ilegal.  Además hablaron sobre la falta de garantías en torno a la seguridad y estrategias desde la administración distrital que disminuya estos casos que hoy son denunciados y siguen en aumento.

Para conocer más sobre la seguridad en torno a los hurtos con escopolamina y lo que han dicho los expertos en conversación con Pino Calad, te invitamos a ver el  capítulo completo de Bogotá Debate en el siguiente enlace.

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