Otra de las historias que el hijo del “Patrón” recordó fue la de las 72 horas previas a su muerte, ocurrida el 5 de diciembre de 1993 en el occidente de Medellín. “Las últimas 72 horas de mi padre me impactaron mucho. En esa etapa de su vida perdió todos los estribos. Él perdió su amor por él mismo. Venía de haber arrasado media Colombia con su violencia y él mismo levantó el teléfono para que su llamada fuera identificada y lo encontraran”.
En el libro Pablo Escobar Infraganti, el hijo del capo conocido hasta 2009 con el nombre de Juan Sebastián Marroquín revela las historias de corrupción que hicieron que su padre fuera tan “exitoso”, a pesar de la violencia en la que sumergió a Colombia en la década de los 80. “Mi puede parecer un loco por las cosas que hizo. Sin embargo, era totalmente consciente de lo que hacía”.
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Juan Pablo Escobar rechazó el interés y la idea de ensalzar al narcotráfico presentes en series como Narcos, de Netflix, que tratan sobre la vida de los capos y sicarios que trabajaron para su padre. “En muchas serias de televisión se lo cuenta con admiración y eso yo no lo comparto. No es verdad que un narco tiene riquezas, chicas y poder. Cuando más poder tenía mi padre, de manera más pobre vivía”, aseguró.
Además, recalcó que ya le ha contado a su hijo quién era su abuelo, uno de los hombres más ricos y más violentos del mundo. “Yo admiro a Pablo, mi padre. Pero no a Escobar, el mafioso. Nos ha dejado un legado de enorme violencia. (…) Su mayor acto de amor fue quitarse la vida para darnos la libertad a nosotros.