Esta es la historia de Cindy Cáceres, una empresaria e ingeniera industrial que desde hace once años descubrió el Pole Dance y desde entonces se ha dedicado a incentivarlo y a hacerlo crecer en Bogotá, como una práctica artística y relajante.
La crónica, con Andrea Ávila, Andrés Carreño y Carlos Ballesteros como insignes practicantes de este arte, deja ver que esta actividad, de origen chino, es mucho más que un tubo y unos bailarines equilibristas.
Aquí el informe completo:
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