¿Qué significan las alertas naranja y amarilla emitidas en Bogotá?

Las alertas meteorológicas conforman un sistema de advertencias que se emiten con el objetivo de anticipar posibles efectos dañinos derivados de cambios en los estados del tiempo.

La alerta naranja se emite cuando se presentan condiciones meteorológicas no habituales que incluyen cierto grado de riesgo para la población.

En el caso de Bogotá, este viernes se decretó alerta naranja solo en una zona de la capital, demarcada así:

-Al norte: Calle 13.

-Al oriente: NQS.

-Al occidente: río Bogotá.

-Al sur: autopista Sur.

Esta alerta conlleva la aplicación de medidas voluntarias para la ciudadanía, como son:

• Utilizar transporte público en vez de carro particular.
• Hacer uso racional del vehículo particular.
• Apagar los vehículos de carga y que operen con Diésel mientras se encuentran en espera.
• Seguir las recomendaciones de ecoconducción como evitar acelerar y frenar bruscamente, realizar cambios de marcha a bajas revoluciones, viajar a velocidades constantes.
• Optar por el teletrabajo y postergar las actividades fuera de la casa de ser posible.

A estas recomendaciones, se le suman las siguientes medidas restrictivas:

• No circulación de vehículos de transporte de carga de capacidad de carga igual o superior a 2 toneladas, excepto aquellos que transporten materiales perecederos (alimentos, concretos) o animales vivos.
• Cese de operación de las fuentes fijas industriales que operen con combustibles sólidos (carbón, madera, biomasa, etc.) o con combustibles líquidos pesados.

¿Y la alerta amarilla?

La alerta amarilla implica un menor riesgo, pero es una advertencia que invita a tomar medidas preventivas por condiciones meteorológicas desfavorables que están afectando la calidad del aire en la ciudad y la región.

La Secretaría de Ambiente de Bogotá informó que son dos los factores relevantes que han generado las condiciones para la declaratoria de la Alerta:

La primera se relaciona a las condiciones meteorológicas que se han presentado en las últimas semanas a nivel regional y local, representados en fuertes inversiones térmicas en las mañanas; vientos provenientes del occidente con mayor intensidad y frecuencia a lo habitual; así como otras variables que han influenciado la baja dispersión atmosférica en la ciudad y aumentando las concentraciones de contaminantes.

El segundo factor se debe a los incendios forestales localizados en municipios de Cundinamarca y quemas que se presentan en los Llanos de Colombia y, en mayor medida, en Venezuela.

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