¿Por qué quieren vender la ETB?

La Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá, ETB, es una de las marcas más reconocidas por los ciudadanos pues durante varios años, tuvo el monopolio de la telefonía fija en la capital del país, es decir, todos los residentes en Bogotá utilizaban sus servicios casi a diario.

Sin embargo, la rentabilidad de la empresa, que pasó a manos del Distrito y que siempre fue estable a pesar de la alta competencia en el sector, cayó entre 2012 y 2015 por decisiones que afectaron las finanzas de la compañía.

Con la llegada de distintas empresas que ofrecían el mismo servicio –incluso con mayor capital-, la participación de la ETB en el mercado capitalino cayó considerablemente; mientras que en el 2010 fue del 73 por ciento, para el año 2016 la cifra iba en el 51 por ciento.

Lo mismo sucedió con el servicio de internet: en el 2010 la ETB tenía el 50 por ciento de participación y en el 2016 solo el 34 por ciento.

Otros de los aspectos que preocupa a los altos directivos es el valor de la empresa en la bolsa de valores. En el 2009 la ETB estaba avaluada en 4,1 billones de pesos, mientras que entre el 2010 y 2016 su precio cayó a $2,1 billones.

A principios de este año el valor ascendió a 2,3 billones de pesos, el precio más alto en 7 años, pero la decisión de un juez de frenar la venta de la ETB el pasado 17 de julio, hizo que cayera $300.000 millones.

Para Orlando Santiago, gerente de Fénix Valor, empresa especialista en servicio de valoración de empresas y diagnóstico financiero, esta situación es la que hace que el Distrito tenga como prioridad la venta de la ETB ya que la compañía viene marcando los registros de pérdidas más elevados de las últimas décadas.

“No es sorpresa que el precio al cual se intentaba vender la ETB hace más de 5 años sea ahora casi la mitad de las expectativas del mercado por el deterioro. La empresa tiene unos gastos muy altos en comparación con empresas similares, esto es mucho menos atractivo.

La decisión de parar la venta de la compañía ha hecho que el precio caiga y que la empresa que esté en desventaja en términos administrativos”, añadió.

A pesar de los inconvenientes y de la controversia que causa su venta, la empresa sigue marchando y prestando servicios.