Reporte de agresiones a periodistas durante las marchas en Colombia

El uso excesivo de la fuerza por parte de la Policía contra periodistas hizo que la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) alertara sobre el riesgo de autocensura.

Durante los primeros seis días de protestas, la FLIP tiene documentadas 70 agresiones. La mayoría de ellas han ocurrido en Bogotá.

Puede interesarte: La FLIP denuncia nuevos casos de espionaje militar a periodistas en Colombia

Reporteros sin fronteras se unió a la FLIP para presentar el informe que registra 76 colegas víctimas entre el 28 de abril, día en que iniciaron las jornadas de protestas, y el 3 de mayo.

¿Qué tan grave es la situación para los periodistas que informan en Colombia durante las protestas?

• En cuatro departamentos y la capital del país se concentran la mayoría de las agresiones:
• En Bogotá registraron 19 agresiones.
• En los departamentos Antioquia (10)
• Valle del Cauca (9)
• Risaralda y Santander (4), en cada uno.

Para las organizaciones, el Estado colombiano ha demostrado su incapacidad para brindar a la prensa el más alto grado de protección para que puedan realizar su trabajo.

En el informe aseguran que el nivel de violencia no tiene precedentes y manifiestan que hay un propósito inequívoco para impedir el cubrimiento. 40 ataques han sido provocados por la Policía Nacional, incluidos miembros del ESMAD.

Lee también: "Menores de 14 años no deberían tener redes sociales sin supervisión de un adulto": Policía Nacional

Algunos hechos que revela el informe: un periodista recibió un disparo en el casco, esto se considera intento de homicidio; cuatro reportaron golpes con bombas aturdidoras y otros cuatro que agentes del ESMAD apuntaron a sus caras, otros seis fueron acorralados por agentes motorizados, mientras hacían cubrimiento, entre otros.

Agrega que resulta desconcertante que ni el gobierno ni las entidades de control se hayan pronunciado sobre la gravedad y sistematicidad de estos hechos. Y piden al presidente y al ministro del Interior que rechacen públicamente los hechos y a los convocantes del paro, dirigentes y figuras públicas de los movimientos sociales y partidos políticos que rechacen la agresión en contra de la prensa.

A varios entes de control abrir investigaciones disciplinarias de estas agresiones.  A la relatoría especial para la libertad de expresión de la CIDH hacer un llamado urgente a las autoridades para ajustarse a la normativa que garantice el respeto de los derechos humanos y a terminar inmediatamente con el uso desproporcionado de la fuerza contra la prensa, entre otros.