Muy temprano salen de su casa, en el barrio Guacamaya, en la localidad de San Cristóbal, la señora Miryam Pérez y su hijo Yesid.
Cargando sus herramientas vecinas, con la ciudad atrás, entre senderos y atajos, atraviesan unos dos kilómetros hasta meterse en el corazón de su localidad y llegar al centro comunitario de La Victoria.
Allí, un grupo de agricultores urbanos se da cita para trabajar en la huerta urbana.
Ahora, por la cuarentena, varios de sus integrantes, quienes son mayores de 60 años, no pueden estar; tampoco pueden ir como lo hacían cada ocho días debido a las medidas decretadas.
Conozca la historia de este grupo y su huerta:
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