El 25 de noviembre se conmemora el Día de la No Violencia contra la mujer para denunciar las agresiones en contra de las mujeres en todo el mundo y reclamar políticas en todos los países para su erradicación.
En 1981 el Movimiento Feminista Latinoamericano decidió conmemorar el asesinato de las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, que fue en 1960, y así nació el 25N.
Es todo acto de violencia basado en la pertenencia al género femenino que tenga un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, que pueden ser cometidos en la vida pública o privada.
Según cifras de la ONU, se estima que 736 millones de mujeres, es decir, una de cada tres, ha experimentado violencia física o sexual por parte de un hombre, quien puede ser su pareja o no.
A la fecha, existen al menos 21 tipos de violencia contra la mujer, dentro de las cuales siete son frecuentes.
De acuerdo con la ONU, una niña o una mujer es asesinada cada 11 minutos y aun así se naturalizan los feminicidios, eso afirman las expertas en violencia de género.
“Hay varias razones, la naturalización de las violencias, considerar que no merece sanción y la creencia que la vida de las mujeres no valen. Yo me pregunto qué pasaría si el número de asesinados fueran los varones”, dijo Olga Amparo Sánchez, cofundadora y coordinara de la casa de la mujer.
Para 2008 no se hablaba de feminicidio, pero poco a poco la organización de mujeres reflejó los antecedentes de las personas víctimas de ese delito.
“Es cuestión de ignorancia el hecho de minimizar el feminicidio, por causa de ser mujer y no llegar ahondar en lo que realmente significa”, expresó Susana Mejía, coordinadora de proyectos en la Red Nacional de Mujeres.
El feminicidio pone en el espacio público la magnitud de las violencias contra las mujeres, pues es el final de un ciclo de violencias.
Entre tanto, hay otras violencias menos visibilizadas, como la violencia psicológica, que se denuncia en la mayoría de los casos, como violencia intrafamiliar y se asocia a la vida cotidiana y afecta la autoestima de las mujeres.
“Cuando las mujeres víctimas de esta violencia llegan a poner la denuncia, los funcionarios como los comisarios de familias o policías no están lo suficientemente sensibilizados y eso dificulta el proceso”, afirmó Susana Mejía.
Existe un ‘Violentometro’, que contiene grados de violencia y permite realizar un autodiagnóstico o identificar si una mujer está siendo o no agredida.
Dicho mecanismo tiene grados y en el primero se encuentran muchos de los signos de violencia psicológica:
“La violencia psicológica está asociada con el imaginario del amor romántico, en ocasiones escuchamos mujeres que dicen, pero es que no me cela y eso ya es un tipo de violencia”, destacó Olga Amparo Sánchez.
Uno de los primeros pasos es cambiar la construcción social que menciona que los hombres no deberían llorar o son los que llevan el dinero a la casa.
Leer también: El papel de Colombia en la COP 27: Cumbre de Naciones y Empresas de la ONU
Las Historias de Paz, producto del trabajo de la Corporación Otra Escuela, y con Capital…
La desaparición forzada es un delito en el cual personas son detenidas y privadas de…
Capital, Sistema de Comunicación Pública, medio aliado, te invita a disfrutar la nueva edición de…
La reciente fuga de 34 personas privadas de la libertad puso en alerta al Distrito…
El pasado 22 de agosto Leonardo González, director del Observatorio de Derechos Humanos y Conflictividades…
La PTAR Canoas permitirá completar el tratamiento del 100 % de las aguas residuales de…