Zipaquirá, la cuna de campeón del Tour de Francia

A una poco más de una hora de Bogotá está ubicada Zipaquirá, la cuna de Egan Bernal, el primer campeón latinoamericano del Tour de Francia. Aunque el Niño Maravilla nació en Bogotá, sus primeros pedalazos fueron dados en la tierra de la sal, donde junto a su familia creció y empezó su sueño como deportista.

En esta histórica capital salina, ciudad de contrastes, rodeada de sal y de un legado colonial imborrable, se formó desde hace 22 años el joven que hoy pasó a las páginas doradas del ciclismo mundial.

Antes de llamarse Zipaquirá era conocida como "Chicaquicha", que significaba "pie del cerro de Zipa" o "ciudad del Zipa", antigua tierra indígena habitada por el pueblo Muisca y sus gobernantes los Zipas.

A ella acudían indígenas de Nemocón, Tocancipá y Gachancipá, en busca del preciado "Oro Blanco", como se le conocía la sal, el bien más cotizado y necesario en el comercio chibcha, cundinamarqués. Esta era la moneda de trueque, la que se utilizaba para intercambiar esmeraldas, frutos de la tierra, pescado y distintos tipos de mercancías.

Uno de los principales atractivo turísticos de la llamada "Ciudad Blanca" es el conocido Parque de la Sal, lugar en el que se encuentra la Catedral de Sal, también denominada como la Primera Maravilla de Colombia. Este templo subterraneo está ubicado a 180 metros bajo tierra y es uno de los principales sitios turísticos del municipio.

18 de julio de 1600 es la fecha atribuida al nacimiento del nuevo pueblo de Zipaquirá, una región que se acostumbró a respirar historia con su cautivante arquitectura repúblicana y sus atractivas calle coloniales.

Pero hoy la historia de sus ancestros y las calles hechas patrimonio, respiran un nuevo aire, es el que traen los vientos del triunfo de su Niño Maravilla, quien humilde y sonriente se pasea por los Campos Elíseos en París, recordándole al mundo que existe un lugar en Colombia llamado Zipaquirá, una tierra que hace historia y que se viste de júbilo porque su pequeño hijo se hizo grande y se vistió para siempre del amarillo del triunfo.

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