Este martes, Michael Flynn, asesor de seguridad nacional de Estados Unidos dimitió de su cargo, después de que se revelara que mintió al vicepresidente Mike Pence sobre una conversación que habría mantenido con el embajador ruso.  Así lo informaron fuentes de la Casa Blanca al Washintong Post.

La razón principal de la renuncia del alto funcionario estaría en que habría mantenido contactos con el embajador ruso en Estados Unidos Sergei Kisliak, días antes de la posesión de Trump, y que además habría mentido al respecto.

Desde el gobierno de Barack Obama, las relaciones con Rusia han estado casi que congeladas, atravesadas por un tire y afloje constante entre Washington y Moscú. La razón del conflicto entre los dos países es la participación de Rusia en un hackeo que se realizó a las elecciones norteamericanas. La respuesta que dio Obama entonces fue emitir sanciones diplomáticas y comerciales que hasta la fecha no se han levantado.

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Desde antes de la posesión de Trump, ya se hablaba de los acercamientos de Flynn y Kisliak, pues Sally Yates —ex fiscal general, destituida por pedir que no se acatara una orden ejecutiva sobre migración—, informó que el ex general habría discutido sobre las sanciones impuestas por Obama. Eso habría significado que dentro del círculo cercano a Trump, y desde la bancada republicana en el congreso, se insistiera en que Flynn “no era apto para el cargo”. Se repetía constantemente que había salido de la CIA —donde fue director—, por “malos manejos”. Así lo explicó un artículo del Washington Post. No obstante, Trump siempre decía que “confiaba en las actitudes del general”.

Si bien, el hecho de que Flynn haya intentado acercamientos a Rusia podría ser la principal razón, o por lo menos la más evidente, no está de más descartar que en el seno de los más cercanos al presidente, se gestarían pugnas, especialmente por la posible relación con Rusia: unos estarían de acuerdo en que se descongelaran las relaciones, mientras que otros, quizás la mayoría, estarían más interesados en mantener las restricciones.

Hasta ahora en un escueto y único comunicado al respecto, la Casa Blanca explicó que el presidente “está evaluando la situación”.

Por ahora se sabe que temporalmente el remplazo de Flynn será el general Keith Kellogg. También se barajan los nombres del general David Petraeus o el vicealmirante Bob Harward para que ocupen la bacante definitivamente.

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