Hacer construcciones amigables con el medio ambiente es una tendencia en crecimiento. Alexandra Posada es una de las pocas bioconstructoras que crea casas a partir de materiales reutilizados sin sacrificar la estética de sus diseños, en consecuencia con esta corriente de construcción sostenible.
De acuerdo con Alexandra, uno de los materiales más difíciles de desechar son las llantas. La capital colombiana produce alrededor de 2 millones de llantas al año que permanecen apiladas como basura. Por eso, darle un uso a estos materiales no solo hace más barato y sostenible construir, sino que pone en uso mucho material sin aprovechar. Hasta el momento, la bioconstructora ha utilizado más de 12.000 llantas que fueron recuperadas de distintas maneras en las construcciones que ha hecho.
Solo en una casa de 110 metros cuadrados de una planta se pueden utilizar 1.000 neumáticos desechados. Las casa construidas de esta manera son 70 % más económicas que las de elaboración tradicional.
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A pesar de los beneficios que tiene este tipo de construcción, no se ha popularizado todavía. “Si este oficio se considera insólito ojalá no lo fuera, porque el problema que tenemos de cambio climático, reutilizar se debería convertir en la regla general”, dice Alexandra.
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