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Única, especial, profunda y diferente, así es Gala, una chica que puede ver lo que otros no ven. Es alguien que conoce las debilidades de los demás y se aprovecha de eso. Gala está metida en el discurso de que las otras chicas son básicas y las denigra por ser más femeninas.

En realidad, al alter ego de Gala le importa mucho sentir, encajar en el grupo y tener amigos y amigas. Quiere la felicidad y el afecto de los demás. ¿Qué la delata? Su gusto por lo ordinario, lo mainstream, lo común.

Agustín es ese sujeto incorruptible, pulcro, perfeccionista; no rompe las reglas, aunque estas vayan en contra de sus deseos. Su padre es el principal responsable de la rígida personalidad con la que se muestra: no le gusta probar cosas nuevas y cree que su futuro está trazado como una línea recta. La vida perfecta de Agustín, según él, solo tiene una imperfección: su homosexualidad.

El señor espiritual: ese es el alter ego de Agustín, una persona sabia, bohemia, sincera, extrovertida y divertida. Nada lo hace enfurecer, todo lo contrario a Agustín.

Sam está en proceso de transición de género y, a pesar de que la mayoría aún lo ve como una chica, Sam se comporta como un “cabrón”. Hipersexual, directo y políticamente incorrecto. Es machista para ganar puntos en la escala de hombría. Además, Sam comparte un secreto con Agustín.

¡Rompan filas! El alter ego de Sam es un sargento que quiere meterle en la cabeza que un hombre debe ser duro y cruel. Siempre lo está maltratando al estilo militar de película de reclutas como “Hasta el último hombre” o “Sin novedad en el frente”.

Caballeroso, anfitrión y políticamente correcto son algunas de las características de Pablo, un joven que haría cualquier estupidez por complacer y ser aplaudido por los demás. Lleva meses cayéndole a Gala porque cree que la va a poder “salvar” de su personalidad problemática. El rechazo o falta de atención lo hacen sentir utilizado por quienes lo rodean.

El alter ego de Pablo cree que un “no” es un “sí” disfrazado, es todo un coach de citas que confunde la conquista con la manipulación. Ha romantizado tanto el acoso que esto le ha hecho creer que, si insiste, logrará tener a quien le guste. ¿Le funcionará?

La belleza y la feminidad son el medio para tener éxito en la vida, o al menos eso es lo que toda la vida le han hecho creer a Brigitte. Ser sumisa, guapa, delgada y tener un hombre proveedor y mayor la hará salir de pobre. Brillo ha pasado tanto tiempo aparentando que confunde el ser deseada por su belleza con el ser amada y querida por quien es.

¡Llegó la mujer empoderada! En realidad el alter ego de Brillo busca la autenticidad y crítica a la princesa de cuento de hadas que aparenta ser. Se burla de ella misma por hacerse la tonta todo el tiempo y la invita a tomar decisiones de forma dura y severa, siempre diciendo la verdad con total libertad.