Rafael Piñeros, internacionalista y profesor de la Universidad Externado de Colombia, analizó la actual situación de Donald Trump y sus acusaciones de fraude hacia las elecciones presidenciales.
''Unión y constitución por siempre’’, era el mensaje que se evidenciaba de fondo en cada uno de los debates presidenciales entre Donald Trump y Joe Baden. Este lema es el que siempre se ha querido defender sin importar el ganador.
La actitud pendenciera, peligrosa, amenazante de Donald Trump pone en riesgo ese elemento. Y ese elemento, históricamente, fue uno que desde los padres fundadores de la república se imaginaron que podía pasar, señala Rafael Piñeros: ''no hay nada más peligroso que las amenazas externas y las amenazas internas, y dentro de las amenazas internas está la división. Y cuando nos dividimos y no tenemos puntos de encuentro como sociedad se pierde la noción de estar juntos’’.
Una sociedad se enfrenta a lo largo de su historia a múltiples desafíos y acá encontramos uno muy claro. ''Yo creo que el rechazo a las reglas democráticas por parte de quienes las debe defender y proteger. Un presidente está en la libertad de criticar, hasta cierto punto, a las instituciones, pero al mismo tiempo de encontrar una vía de que esas instituciones funcionen mejor y que esas instituciones sirvan y puedan cumplir de manera efectiva su papel’’, enfatiza el profesor de la Universidad Externado.
Los gobernadores estatales le dijeron desde mayo a Trump que si ellos lidiaban con el contagio de la COVID-19, que él debería ayudarles a fortalecer los sistemas de conteo de votos. Había que fortalecer los mecanismos para quien quisiera votar a ejercer su derecho y que, al mismo tiempo, fuera de una manera segura y rápida. Así podía existir una confianza. No se esperaba que votara tanta gente por correo y eso tiene una dificultad.
''Lo que hizo Trump desde las 3 de la mañana del cuatro de noviembre fue atacar el conteo de votos. Él puede, como cualquier presidente, pedir un reconteo de votos, sobre todo cuando las diferencias son mínimas; pero lo que no puede hacer es en ningún caso ha mostrado una prueba fidedigna, confiable que permita evidenciar que hubo fraude, que hubo un mal comportamiento por parte de los funcionarios o que sencillamente se está violando alguna de las normatividades en algunos de los estados’’, concluyó Rafael Piñeros.
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