Miguel Ángel Russo / Técnico de Millonarios. Foto: Millonarios FC.

Sobre la confección de la nómina había mucha expectativa, por lo que pudiera  pedir el entrenador, pero, la falta de refuerzos de renombre  hizo que las críticas salieran flote. Russo  salió al frente y a pesar de ser señalado de “cómplice” de la tacaña dirigencia azul, siempre manifestó que estaba conforme con su grupo  y con eso iba a trabajar.

Las protestas contra Gustavo Serpa y compañía no se hicieron esperar y el estadio El Campín se veía decorado con un clima hostil en cada salida del equipo; sumado a eso el juego exhibido no era el mejor y se dejaron de sumar puntos importantes, puntos que el equipo supo recuperar en condición de visitante.

Cuando apareció la eliminación de Copa y se perdieron juegos  importantes, incluidos los clásicos, siempre hubo autocrítica y posteriormente, como un escudo, el discurso del DT poniendo el pecho por los suyos, asumiendo cualquier responsabilidad como cabeza del plantel.

A pesar del escepticismo de la prensa e incluso algunos hinchas propios, Russo supo recomponer el camino, se jugó  la suya con hombres  de su confianza, discutidos por muchos, pero que le respondieron, fue fiel a su idea y poco a poco fue ilusionando a la totalidad de  la hinchada. Se clasificó con antelación a los cuartos de final, logró ser cabeza de serie, recuperó el orden defensivo y a su goleador e incluso le dio para romper récords de puntos en torneos cortos.

El juego de Millonarios no es el más vistoso pero es efectivo, y los resultados lo avalan. El entrenador prometió trabajo y ha cumplido; potenció hombres desconocidos y con una nómina corta puso a Millonarios a pelear en los puestos de privilegio. Desde el inicio sostuvo que su manera de trabajar era partido a partido, pensando únicamente en el presente y siempre teniendo los pies en  la tierra sin importar el triunfo o la derrota.

Es claro que para llegar al objetivo principal es necesario ir paso a paso y este Millonarios, que parecía trastabillar al inicio, viene dando varios firmes en búsqueda de la gloria. A falta de un jugador estelar, se ha venido consolidando un grupo solidario, un grupo de obreros donde todos aportan lo suyo y cuando no ha aparecido el futbol han sobrado las ganas. Este grupo en el que pocos creían hoy sigue trabajando, se reconcilió con sus hinchas y nunca perdió de vista el gran objetivo, el de ser campeón.

Ahora, que todo parece estar tranquilo, el discurso del timonel azul no cambia; no se quedó en  la crítica pero tampoco lo desubica el elogio. Ahora que todos hablan de su equipo, ordenado y rápido para atacar, se mantiene en su línea de trabajar y trabajar. Hay que oírlo hablar para saber que no se conforma con esto, porque así lo exige Millonarios, y porque sus principios se lo dictan. Millonarios está cerca de concretar su objetivo y el buen remate de año invita a pensar en algo positivo; habrá que refrendarlo en la cancha.

Juan Pablo Camelo

@JuanPCamelo

Para ver todas las noticias de Bogotá visite www.conexioncapital.co. Encuéntrenos también en Facebook como Canal Capital.