Nahir Galarza pudo amar y odiar a Fernando Pastorizzo, su novio por más de cinco años. Lo asesinó de dos disparos, y mientras agonizaba lo lanzó a una de las calles de la ciudad de  Gualeguaychú, en Argentina.

Un mensajero encontró el cuerpo y avisó a las autoridades, quienes aún no salen del asombro pues la joven es hija de un policía de la zona.

La mujer fue entrevistada por ser la última persona en estar con la víctima de 21 años, y luego de rendir su declaración las autoridades no la detuvieron, pero horas antes, había hecho uso de sus redes sociales para subir una fotografía junto a su novio de cinco años diciendo: "Cinco años juntos, peleando, yendo y viniendo, pero siempre con el mismo amor. Te amo para siempre mi ángel".

Horas después las autoridades habían encontrado el cuerpo del joven tirado en una calle, al lado de su moto y con dos disparos en su cuerpo.

Las autoridades citaron a la joven junto a su padre, quien llevaba el arma homicida y se perfilaba como el principal sospechoso de la muerte del joven. Nahir y su papá estuvieron durante horas en la Fiscalía, hasta que en un momento, la situación terminó de aclararse. "Basta, fui yo, fui yo, fui yo -repitió- quítenle la responsabilidad a mi padre y a mi familia", declaró la joven estudiante de abogacía (derecho) en la Universidad de Concepción del Uruguay.

La joven declaró que luego del asesinato, volvió a su casa y guardó la pistola de 9 milímetros entre las cosas de su padre y se fue a dormir, y nadie sospechó de ella.

Nahir Galarza fue internada en el área de Psiquiatría del Hospital Centenario por su estado de salud inestable. De acuerdo a testigos, después de confesar el crimen entró en un estado de shock y fue imposible poder entablar diálogos coherentes con ella.

En alianza con KienyKe.

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