Alberto Yepes, coordinador del Observatorio de Derechos Humanos de la Coordinación Colombia-Europa-Estados Unidos (CCEEU), analizó en Opina en Bogotá los falsos positivos 10 años después.
“Hubo una política desacertada entre 2002 y 2010 bajo el mandato de acabar con la guerrilla a toda costa, incentivos por bajas generan actitudes perversas. En la guerra de Vietnam se le denominó el 'body count' y fue proscrito. Hasta un general de la República denunció que era perversa la estrategia de recompensar a los soldados por el deber cumplido”, aseguró Yepes.
Para Yepes, el fenómeno de los falsos positivos ocurrió con fuerza entre 2002 y 2008 y lo que sucedió en Soacha, que sacó a la luz el escándalo, solo fue la punta del iceberg.
“Diez años después de los falsos positivos de Soacha estos siguen en la impunidad. Solo hay pocas condenas y no de los responsables máximos”, dijo.
Así mismo, señaló que los falsos positivos se han reducido desde lo ocurrido en Soacha. “Es algo que debemos reconocerle a las Madres de Soacha. Hay estrategias que han impedido conocer la verdad: dilaciones, carruseles de abogados, audiencias que han demorado uno o dos años”.
Indicó que la fiscal de la Corte Penal Internacional dice que si el Estado no actúa para juzgar los falsos positivos, ellos tendrían que entrar a actuar.
Y sobre las víctimas de los falsos positivos afirmó que no tienen sed de venganza, “solo tienen la esperanza de conocer la verdad de los hechos, esperan que la Justicia Especial para la Paz ayude a dilucidar lo ocurrido”.
Agregó que algunas de las Madres de Soacha no tienen ni siquiera los cuerpos de sus hijos y que no hay nada más reparador que conocer la verdad. Las Madres de Soacha esperan saber quién está detrás de los falsos positivos.
“Lo que reclaman las víctimas de los falsos positivos es que se limpien primero los nombres de sus familiares. Muchos siguen pensando que eran guerrilleros de verdad, quieren que haya monumentos que le recuerden a la sociedad colombiana la práctica bárbara y criminal de los falsos positivos, para que no se vuelvan a repetir”, agregó.
Recordó que las víctimas de los falsos positivos siempre son personas de la parte más marginada de la sociedad; muchas veces, ni siquiera tienen abogados y temen denunciar.
Dijo además que se espera que los casos de falsos positivos no prescriban y que la Corte Internacional de Derechos Humanos los declare crímenes de lesa humanidad.
“La impunidad de los falsos positivos no es por falta de capacidad de la justicia, sino por una falta de voluntad de los responsables. Es muy probable que la Corte Penal Internacional se decida a abrir investigación a un grupo de generales por falsos positivos”. enfatizó.
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