Un hombre lleva tres días en huelga de hambre en el centro de Bogotá. Se trata del escultor y pintor colombiano Jhon Fitzgerald, embajador artístico, cultural y social ante Naciones Unidas y la UNESCO. Solicita una reunión con el presidente Iván Duque para llegar a un acuerdo en defensa de la vida en el país.

Con la boca cosida junto a la escultura de Dylan Cruz que él mismo creó y a pocos metros del sitio donde perdió la vida el estudiante en noviembre del año pasado, el artista Jhon Fitzgerald hace un llamado silente al gobierno y a la ciudadanía.

"Él dice que es la mejor manera de poder protestar sin dañar a nadie, sin hacerle daño a nadie más y que el cuerpo así como sirve para su arte, para sus cosas también sirve como una herramienta para protestar en contra de todo lo que sucede a nivel nacional", explica Karina Chacón vocera y pareja del artista.

En plena vía pública, utiliza su cuerpo para expresar su mensaje pidiendo garantías para los artistas, los comerciantes, los jóvenes y líderes sociales del país que están siendo asesinados.

"Él lo que quiere es que lo que el artista pide el gremio, es que tengan una vida más digna. que cuando pasen este tipo de situaciones como está pandemia no estén solos y a la deriva", agregó Chacón.

A la intemperie y en medio de la lluvia, invita al presidente Iván Duque para sentarse en esta mesa para discutir los motivos de su protesta, antes que su salud se siga deteriorando.

El escultor es apoyado por comerciantes, artistas y representantes de movimientos sociales que piden soluciones para reactivar sus negocios en la ciudad.

John Fitzgerald dice que no importa si debe dejar su vida en el pavimento, si ese sacrificio sirve para que su protesta silenciosa, que representa a millones de colombianos, por fin sea escuchada.

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