400 ciudadanos venezolanos que estaban viviendo en un separador de la autopista norte, decidieron levantar sus cambuches y regresar a su país, en buses que serán contratados por la Alcaldía de Bogotá.
El viaje comenzará esta misma tarde, con el ingreso de 200 personas a la terminal de transportes del norte de la capital.
Las carpas, ubicadas al lado del canal de aguas lluvias en el que los venezolanos se bañaban y lavaban su ropa, albergaron a 700 personas durante 35 días.
Líderes del grupo se encargaron de organizar los viajes que hoy les permitirán la salida a 200 de ellos hacia Cúcuta y entre el próximo domingo y el jueves de la otra semana, a 200 personas más.
Según la oficina de derechos humanos de la Secretaría de Gobierno de Bogotá, los migrantes que permanecen en el campamento deben ingresar esta tarde a la terminal para que, en grupos de 100 personas, viajen.
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El Gobierno de Nicolás Maduro solo autoriza el paso de 300 retornados diariamente, de los cuales 200 lo hacen por el Puente Internacional Simón Bolívar, que conecta a Cúcuta con San Antonio del Táchira, y 100 más por el José Antonio Páez, en Arauca.
El distrito insistió en que estas personas que estaban en los cambuches, llegaron por voluntad propia y porque enfrentaron dificultades para viajar a la frontera. Para preservar las condiciones de salud se les brindó jornadas de vacunación, toma de muestras para detectar contagios de coronavirus y otros servicios de salud, algunos rechazados por los migrantes.
Aquí el informe completo:
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