Aunque Bogotá no tiene reyes, ni reinas, si tiene palacios y estos expertos nos cuentan la historia de los palacios más representativos de la ciudad.
"Como país nunca ha tenido reyes, digamos después de la independencia, ni mucho menos reinas o palacios, que son básicamente los términos que se utilizan para las casas principalmente de los miembros de la nobleza", dijo Alberto Escovar, dir. de patrimonio del Ministerio de Cultura.
En Bogotá encontramos el Palacio de San Francisco, un inmueble que se construyó sobre el antiguo claustro de la iglesia de San Francisco y se molió en 1917, pero que fue inicialmente pensado para ser la sede de la Gobernación de Cundinamarca. En este edificio participó el arquitecto Gastón Lelarge y Alberto Manrique Martínez, además llevó un proceso de construcción muy largo hasta mediados de 1933.
"El Palacio Arzobispal se encuentra ubicado en el costado sur oriental de la Plaza de Bolívar, hacia mediados del siglo XVIII se localizaba junto a la Casa de la Moneda para alojamiento y despacho arzobispal, realizando mejoras hasta finales del siglo XIX", señaló el arquitecto, Carlos Niño.
En 1948 fue destruido en el marco del bogotazo y se construyó una nueva sede en lote, que ocupaba la casa de la aduana, junto a la actual Capilla del Sagrario y catedral primada de Colombia.
"El palacio Liévano está localizado en el marco occidental de la Plaza de Bolívar, un borde con mucha historia desde el siglo XVI y hacia mediados del siglo XIX los hermanos Arrubla construyeron las galerías que llevan su apellido, pero el edificio se incendia en el año de 1900, quemando parte de la historia bogotana", dijo Niño.
El edificio se reconstruye hasta 1910 con diseño del arquitecto Gastón Lelarge, otorgando lenguaje arquitectónico neoclásico francés con pórticos en primer piso, dos pisos simétricos y rematando con cubierta inclinada, actualmente funciona la Alcaldía Mayor de Bogotá, junto al edificio contemporáneo Bicentenario.
El palacio de Nariño es un inmueble contemporáneo, que se levanta sobre lo que fue la antigua sede del presidente, que se conocía también como el Palacio de la Carrera, tiempo después durante la presidencia del presidente Turbay Ayala se toma la decisión de ampliar, con un aspecto neoclásico.
"El palacio de Justicia inicialmente estaba en la calle 11 con carrera sexta, proyecto neoclásico del arquitecto Pablo de La Cruz, obra de la segunda década del siglo XX, sin embargo es incendiado en el bogotazo en 1948", señaló el arquitecto Carlos Niño.
Entre las décadas de los años 60 y 70 del siglo pasado se construye un segundo palacio con lenguaje moderno en el sector norte de la Plaza de Bolívar, obra del arquitecto Roberto Londoño, el cual también es consumido por las llamas en el marco de la toma del edificio por parte del M-19 en 1985.
Así nace el tercer edificio a mediados de la década del nuevo milenio, obra del mismo arquitecto del segundo palacio donde funcionan cortes y consejos de la Rama Judicial.
Aquí el informe completo:
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