Este viernes 25 de enero se cumplen 20 años del terremoto del Eje Cafetero que cobró la vida de más de 1.000 personas. La capital del Quindío perdió su infraestructura en un 75 %.
Capital Noticias hace un recuento del que fue uno de los desastres naturales más grandes que ha sufrido el país.
A la 1:19 p.m. del lunes 25 de enero de 1999 se partió en dos la historia del Eje Cafetero cuando un terremoto de 6,2 grados sacudió esta zona del país dejando cerca de 1.200 personas muertas y más de 8.000 heridas, además de afectaciones en gran parte de Armenia.
Tan solo bastaron 28 segundos para ver la devastación que dejó este desastre, pero lo más duro fue la réplica que se registró a las 5:40 p.m. de ese mismo día, la cual ocasionó que varias personas perdieran la vida mientras ingresaban a sus viviendas a rescatar los pocos enceres que les quedaban en medio de los escombros.
El alcalde de Armenia Óscar Castellanos Tabares recuerda los momentos que vivió cuando se desempeñaba como gerente de una empresa de transporte.
“Había terminado de almorzar, quería salir de mi vivienda, estaba donde mis suegros y mi esposa me dijo no te salgas temprano. Descansé un rato, me quedé y en ese momento al poco tiempo sucedió el terremoto”, narró el mandatario.
El funcionario también habló de lo que dejó el segundo movimiento telúrico horas después.
“Eso ocasionó muchas muertes porque las personas estaban buscando a sus familiares y no medían consecuencias”, agregó Castellanos.
Para el padre Carlos Eduardo Osorio, gobernador del Quindío, quien en ese entonces era capellán de la Presidencia de la República, esa fecha no se olvidará porque toda Colombia volcó sus ojos al departamento.
El padre Osorio asegura que esta fecha se debe recordar como una acción de gracias por la vida de quienes continúan forjando, en esta región, un mejor futuro.
“A proclamar la alegría de la vida, a decir que estamos vivos, que por grave que sea una situación se puede salir adelante”, manifestó.
Quienes llegaron a prestar las labores de rescate de las personas que se encontraban entre los escombros también recuerdan la tragedia. Uno de ellos fue César Urueña, actual asesor del Gestión del Riesgo y ex director del Socorro Nacional.
“Se veía de todo, personas llorando, desesperadas buscando a sus seres queridos”, recordó Urueña.
Desde Bogotá, el Cuerpo Oficial de Bombertos envió a Armenia un grupo de hombres para apoyar las labores de quienes aún continuaban en la zona.
“Recordamos a seis compañeros de Bomberos Armenia que murieron en esta emergencia y adicionalmente fue el pilar donde se empezó a construir hace 20 años el grupo de búsqueda y rescate humano de Bomberos oficiales de Bogotá”, narró Pedro Manosalva, director de Bomberos Bogotá.
Durante todo el día se realizan actos de conmemoración y homenaje a las víctimas.
Por: Ómar Hernández
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