La plaza de mercado de Paloquemao es uno de los lugares más emblemáticos de la capital, no solo por abastecer a sus negocios de productos de primera necesidad y familias durante 48 años, sino también, por representar una tradición y patrimonio cultural de la que sus habitantes se sienten orgullosos; especialmente uno, Jeferson Cardoza Herrera, el creador de los vampiros que nacieron en los corredores de este lugar.
Jeferson y su familia crecieron en medio de las flores, frutas, verduras, ventas, pregones, ofertas, oraciones, altares, negociaciones y hasta apuestas entre vendedores de más de un salario mínimo.
Estas experiencias de un lugar tan cotidiano, se convirtieron en la fuente de inspiración para contar historias extraordinarias, a través de una cámara.
De hecho, algunos de sus amigos de la plaza hacen parte de sus primeros proyectos, como el de Veintiocho de Mayo, primera película que dirigió, y es reconocida por su paso en festivales nacionales e internacionales (BOGOSHORTS, en Colombia y Mórbido Film Fest en México) o Malicia Indígena, cortometraje que produjo, apoyado por la firma del director de cine Dago García.
Ahora, a través de La Banda del Sur, productora de cine de la cual es cofundador, dirigirá su segunda película de ficción llamada, así como la plaza y segundo hogar, Paloquemao. Una apuesta personal y creativa, para él y su equipo, como un salto al vacío en medio de un contexto tan impredecible que obliga vivir la pandemia por el COVID-19.
Paloquemao entonces es la historia sobre una red de tráfico de sangre que es desmantelada. Y los personajes Harbey y Pedro, dos de los vampiros de una plaza de mercado en Bogotá, se ven obligados a buscar diversas alternativas para saciar su adicción, amenazando la estabilidad de este lugar.
En este momento, para Jeferson y La Banda del Sur Films, la realización de esta historia es un reto casi descomunal, no solo por las dificultades que presenta diariamente la pandemia, o incluso por las travesías a las que se enfrentan al financiar cortometrajes en Colombia, sino también, por un gobierno que quiere cambiar las reglas del juego para el cine colombiano, a través de la reforma tributaria.
Por eso, estos creadores de historias están realizando una campaña de crowdfunding para recoger dinero, y te invitan a apoyarlo con lo que puedas aportar. Cualquier donación será suficiente para darle vida a estos vampiros de la plaza de Paloquemao.
Te invitamos a conocer su campaña a través vaki.co/es/vaki/CortoPaloquemao
Hacer películas en el nuevo mundo en el que vivimos, creer que podemos seguir narrando las historias que nos representan en la luz y en la oscuridad, es un acto político. Qué alivio saber que todavía existen personas que cuentan otras historias diferentes a las crónicas de muertes anunciadas por la pandemia.
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