Rafael Di Mauro es uno de esos coleccionistas que se han encargado de congelar en el tiempo los juegos de antaño, él se dedica a las famosas cartas de Yu-Gi-Oh! y de Pokémon, que son su pasión.
Rafael ha pasado gran parte de su vida en la actividad de coleccionar y según menciona, este arte nació con él.
"Soy jugador de Yu-Gi-Oh! aproximadamente desde el 2004, comenzó cuando mis padres me regalaron de navidad las dos primeras estructuras de Yugi y la de Kaiba y pues yo veía la serie, me encantaban los animados y comencé a coleccionarlas, empecé a jugar con mis primos, ciertos amigos y de ahí nació el amor", dijo el coleccionista, Rafael Di Mauro.
Su serie alcanza las 2.000 cartas de muchos tipos y expansiones, pues existen diferentes clasificaciones dentro del juego.
"Por lo general, las personas que nos gusta ver el anime, o ver la serie, básicamente queremos tener en físico las cartas, entonces lo que yo hacía era tratar de buscar todas las cartas que aparecían en ciertas temporadas y tenerlas en un álbum, por supuesto de máxima rareza y todas en expansión, que hace que la colección sea más valiosa y significativa para las personas", recalcó Rafael Di Mauro.
Él piensa que nunca tendrá que vender la colección y considera que ese tesoro es digno de un puesto en la historia, pero en este caso como una versión muy criolla.
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