Su paso por Colombia fue muy exitoso e introdujo una nueva estrategia de entrenamiento al fútbol de nuestro país. Dirigió a los equipos tradicionales de Bogotá, Santa Fe y Millonarios FC y también estuvo al frente de Nacional y Deportivo Cali.
La carrera futbolística de Vladimir Popovic como técnico despegó en 1969, año en que decidió retirarse como jugador profesional. Estaba actuando en el fútbol venezolano y allí, en el país vecino, empezó a dirigir.
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En 1971 llegó a independiente Santa Fe y ese año, logró la quinta estrella para el cuadro cardenal. En 1974 llegó a Deportivo Cali y, repitiendo la hazaña, fue campeón ese mismo año con el cuadro azucarero, equipo con el que tuvo tres capítulos, pero ninguno tan exitoso como el primero.
Dirigió a Millonarios FC y Nacional pero su rival más grande fue a quién enfrentó en múltiples clásicos caleños: el médico Gabriel Ochoa Uribe. En Bogotá los jugadores que dirigió lo recuerdan como un hombre muy exigente.
Uno de sus grandes logros fue haber conseguido la Copa Intercontinental de 1991 con el equipo que lo vio convertirse en jugador de fútbol, la estrella roja de Belgrado.
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Estuvo en Perú, en Venezuela, en Serbia, pero en Colombia dejó una huella, pues impuso su estilo no sólo en la táctica, sino en la forma al fútbol colombiano.
Su adiós se dará en Belgrado, la ciudad que lo acogió en sus últimos años. Se va uno de los hombres que hizo historia en una de las épocas más brillantes del fútbol profesional colombiano.
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