Galería: Tartufo: farsa popular

Un clásico de la literatura y dramaturgia mundial, se mantiene vigente, por la
hipocresía de los poderosos y las malas pasiones de la humanidad. Creada hace
más de 400 años por el gran escritor francés Moliere, tan representativo
universalmente como Shakespeare a Inglaterra, Goethe a Alemania y Cervantes a España.

En esta versión libre de Hady Kurich, Cesar Grande y Venus A Silva, con técnicas
circenses nos trasladan en esta farsa popular al siglo XXI. Una crítica social
contemporánea, con humor negro, logran describirnos a los “tartufos” actuales.
Ambientando la gran comedia francesa, con la extraordinaria música del
renacimiento de Vivaldi, Verdi, Jean Baptiste Lully; mezcladas en músicas festivas y modernas.

Con técnicas circenses, acrobáticas, malabarismos, aéreos y coreografías dancísticas.
De nuestros actores integrales, interpretando en una
pista de circo textos clásicos, dramáticos y cómicos, en las alturas de los
trapecios, liras y telas.

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Tartufo “Farsa Popular” en cuatro actos, cargados de humor, hipocresía y crítica.
Con la trayectoria del dramaturgo y director ex-yugoslavo y el lenguaje teatral de “Alegría,
ritmo, fuerza y energía” de Tchyminigagua. Nos llevaran a vivir las
experiencias de un grupo de artistas de circo, guiados por su director, un soñador,fracasado y apasionado del Gran Moliere, que se enfrentará a que nunca más sea censurada su obra, así se deba presentar el Tartufo en un circo.

Encarnando este personaje la hipocresía, manipulación y egoísmo. Disfrazado de santurrón con dotes de honradez, virtud y piedad, dispuesto a servir a su benefactor y por mediode la devoción religiosa embaucarle, hasta adueñarse de sus destinos, amores y bienes. La esposa de Orgón y los demás integrantes de la familia, perciben sus verdaderas, oscuras y poderosas intenciones, intentan desenmascararle por todos los medios.

Un montaje sorpréndete, clásico, farsesco y popular. Tienen mucho que ver con
nuestra cotidianidad religiosa, política, económica y cultural. Nos lleva a reírnos y reflexionar de las desgracias actuales.

Por Diana Reyes

Fotos de: Andrés Rincón