La situación actual de la población de las abejas preocupa a la comunidad científica del mundo ya que su labor de polinización es indispensable en la naturaleza. Se estima que el 75 % de las frutas y verduras que consumimos hoy, desaparecerían si no fuera por la tarea que cumplen estos insectos.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), las abejas silvestres son un importante elemento para la polinización y un indicador de la salud del medioambiente. Sin embargo se encuentran en peligro por diversos factores como los insecticidas, las enfermedades y el cambio climático.
Por tal razón, el Jardín Botánico de Bogotá ha decidido tomar acción y contribuir a la conservación e investigación de esta especie creando un innovador proyecto de hoteles para abejas.
Según la entidad, de las cerca de 20.000 especies de abejas en el mundo, aproximadamente 600 están en Colombia; entre 30 y 40 en Bogotá; unas 18 en el Jardín Botánico, de estas, tres especies hoy son huéspedes fieles de los domicilios artificiales que fueron creados con este fin.
Estos alojamientos para abejas fueron creados con materiales naturales, como tallos de diferentes plantas, y de otros como pitillos plásticos, de papel y madera con perforaciones de diferentes diámetros.
El objetivo de estas estructuras es que las abejas hagan allí sus nidos y dejen sus huevos, asimismo que descansen de su ardua labor en la ciudad.
A su vez, esto ha permitido que la Alcaldía de Bogotá desarrolle una investigación para aprender sobre el comportamiento de estos insectos. En el Jardín Botánico se instalaron tres módulos en diferentes puntos, a los que han asistido ya tres especies nativas de Colombia y han completado 85 nidos activos en el alojamiento.
“Básicamente, a los albergues para abejas llegan principalmente las hembras apareadas con capacidad para poner huevos, quienes construyen celdas y en cada una depositan un huevo con comida y, finalmente, cierran con un tabique”, señala la entidad a través de un comunicado.
Las abejas luego de depositar sus huevos, se van a otros lugares, pero el Jardín Botánico se encarga de protegerlos y salvaguardados de otros insectos, de las aves y de la intemperie. Se espera que con el tiempo, las abejas que allí nacen, vuelvan y reutilicen este espacio.
Lea más información sobre el hotel para abejas en este enlace.
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