El centro educativo aporta algunos recursos para alimentación, vivienda o transporte a distintos alumnos. También ha aportado tabletas para las clases virtuales, pero ha sido imposible tener una cobertura total.
Como ha sucedido con la mayoría de las universidades en el país, supone un desafío en materia de atención para los estudiantes. La universidad aporta algunos recursos para alimentación, alojamiento o transporte, sin embargo, a un mes de terminar este semestre, nada ha sido suficiente.
Por lo que no se ha podido mantener según ellos, la calidad óptima del semestre en pregrado. En posgrado se presenta una situación similar, puntualmente con la imposibilidad de algunos estudiantes de aportar los dineros para el siguiente semestre, ni siquiera con la extensión de los tiempos o por el no acceso a créditos
Aún se espera de una decisión por parte de la universidad para ver cómo se va a desarrollar el segundo semestre y bajo qué condiciones. Han asegurado que se va a garantizar la calidad de los programas con esfuerzos en capacitación y conectividad.
Entretanto, ha causado rechazo entre algunos sectores de la comunidad académica la decisión del consejo superior de la Universidad Nacional de ceder a la rectora facultades que le permiten que modifique o suspenda normas y reglamentos de naturaleza académica, financiera y administrativa de la universidad, mientras dura la emergencia.
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