El Sumo Pontífice fue una de las personalidades que desde que se dio a conocer este proceso de paz expresó su apoyo, por lo que afirmó que una vez se implementará este acuerdo haría su visita a Colombia “para enseñar la paz”.
“Yo prometo que cuando este acuerdo sea blindado por el plebiscito, el reconocimiento internacional, yo iré a Colombia para enseñar la paz”, aseguró.
Siendo así, el Papa cumplió su promesa y este miércoles llegará al país para visitar cuatro ciudades del país: Bogotá, Villavicencio, Medellín y Cartagena.
Sin embargo, pese a sus declaraciones, la iglesia colombiana no ha tenido una posición tan clara frente al apoyo al acuerdo por lo que el Jaime Díaz, doctor en teología y analista político, cree que esta es la oportunidad para que el Padre pueda llegar de manera más directa a los miembros de su Iglesia.
“La Iglesia colombiana lamentablemente fue muy tímida en la ratificación de esos acuerdos. Creo que más de la mitad de los obispos estaban en contra, sobre todo influidos por la ideología de género. Yo creo que la visita del papa puede animar a esa iglesia un poco dormida y que está sobre todo en las regiones”, aseguró Díaz.
Analistas creen que la visita del Papa busca que se dé una reconciliación con quienes tanto daño le hicieron al país. Su encuentro con las víctimas en Villavicencio, en donde se reunirán al menos 5.000 personas afectadas por el conflicto armado, tendría como objetivo poner a las víctimas en el centro de la paz.
“Si pudiera describir al Papa con un adjetivo, ha sido el papa misericordioso, el Papa que nos ha puesto a pensar en el dolor del otro, a ponernos en los pies del otro, a ir a las periferias a buscar a las personas que son marginadas y no son tenidas en cuenta.
Nosotros después de 50 años de conflicto hemos invisibilizado a las víctimas de tal manera que vivimos en medio de ellas, las atravesamos en los semáforos”, añadió Nelson Osorio, exconsejero de la Embajada de a Colombia ante el Vaticano.
Pero además piensan que este podría ser el impulso que necesita la negociación con el ELN para llegar a un acuerdo, o como mínimo, un cese del fuego.
“Las regiones donde el ELN se concentró eran de vieja misión católica, como el Catatumbo, los Motilones, etc, por lo que estoy seguro que la iglesia tiene los mecanismos para que también este conflicto con el ELN se pueda desmontar gradualmente y hablar de una paz duradera”, agregó Osorio.
La visita del sucesor de Pedro en un momento como este para Colombia podría consolidar los esfuerzos de los últimos años por lograr un país que nunca deba sufrir de nuevo el dolor de la guerra.
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