Bogotá fue nombrada recientemente como “la ciudad de los grandes espectáculos” por parte de la Alcaldía Mayor ya que durante 2023 tendrá una oferta de más de 5.000 eventos culturales, deportivos, artísticos y musicales. Sin embargo, pese a ser una gran noticia, existe una problemática que la atraviesa, puesto que los lugares en los que se realizan dichos eventos colapsan en su movilidad, causando más tráfico y aumentando el tiempo de desplazamiento.
En AHORA, analizamos junto a los sectores implicados y expertos en el tema esta problemática que a diario ha generado tráfico en distintos puntos de la ciudad.
Cada semana hay en Bogotá más de tres eventos con boletería para más de 8.000 personas, lo que implica el desplazamiento de una gran cantidad de personas hacia un mismo lugar, sin contar con quienes diariamente pasan por allí.
“Creo que el problema no tiene que ver tanto con el hecho de tener grandes escenarios sino en no tener un sistema masivo de transporte que lleve la cantidad de gente que llega a un escenario”, comentó Doris Tarchopolus, profesora de Planeación urbana y regional de la Pontificia Universidad Javeriana.
Y agregó: “La dependencia del automóvil es básicamente lo que más problemas genera en la movilidad. En todas las ciudades del mundo hay espectáculos masivos, pero, en general, el sistema de transporte masivo ayuda a solucionar parte del problema”.
Por otro lado, entre 2003 y 2007 se promulgaron ciertas normas en la capital que empezaron a regular los eventos masivos. En esta regulación se le solicita a la empresa organizadora un plan de movilidad, una reunión entre las partes implicadas y la aplicación de algunas medidas acordes a la logística del evento.
“Uno de los documentos que se debe presentar es el concepto favorable de la Secretaría de Movilidad. Para eso se maneja un plan de manejo de tránsito, que depende de la complejidad del evento, el lugar, el aforo y varias líneas. La idea es afectar lo menos posible la zona en términos generales y ahí se revisan las medidas”, explicó Diego Castro, director de operaciones de Ocesa, una de las grandes empresas organizadoras de conciertos en Colombia.
La clasificación para los eventos en la ciudad es la siguiente:
Bajo impacto: con de menos de 8.000 usuarios.
Medio impacto: entre 8.000 y 15.000 usuarios.
Alto impacto: mayor a 15.000 usuarios.
“Las soluciones de infraestructura y las soluciones que tienen que ver con mejorar el tipo de servicios que llevan y trasladan a estas personas debe estar siempre acompañado de un proceso de transformación cultural (…). Muchos de los problemas de aglomeración, aparte del tema de congestionamiento, se dan porque tenemos problemas de coordinación y cooperación al interior de los distintos sistemas que nos transportan”, dijo Giancarlo Chiappe, director de Transformaciones Culturales de la SCRD.
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