Los negocios de comercialización y distribución de alimentos han mejorado durante el aislamiento obligatorio ocasionado por el coronavirus. Las entregas puerta a puerta les ayudan a incrementar los ingresos.
Así lo indica el testimonio de Adriana Acevedo, propietaria de un negocio de productos del campo en la plaza del Quirigua, al sur de Bogotá. Pese a las dificultades por las variaciones recientes en la demanda de alimentos, madruga todos los días para atender a sus clientes habituales.
“Hemos podido llegarle a la gente con todo el mercado que necesita. Tras de que hemos tenido que pasar muchas trasnochadas para conseguir porque ha sido difícil pero hemos llegado acá, les hemos traído, les estamos llevando. Hemos repartido mucho domicilio”.
Adriana tiene dos empleados que se encargan de los domicilios. Uno de ellos es Juan Carlos Yance, quien vive de cerca la transformación del negocio con la emergencia del coronavirus.
Para la propietaria de esta distribuidora de alimentos, su rutina no volverá a ser la misma después de lo ocurrido con la cuarentena de la ciudad.
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