El Premio Nacional a la Defensa de los Derechos Humanos en Colombia es un homenaje a las defensoras y los defensores de los derechos humanos y un reconocimiento público de respaldo a su trabajo como un mecanismo de protección y de visibilizar su aporte a la construcción de la democracia y la paz en Colombia.
El Premio ha sido liderado, financiado y construido por el Programa Colombia de Diakonia ininterrumpidamente desde el año 2012 y para su novena edición, cuenta con el apoyo de la ACT – Iglesia Sueca, quien se une en el propósito de reconocer y enaltecer la labor de hombres, mujeres, procesos, organizaciones que algunas veces de manera anónima e invisible defienden los derechos humanos como sociedad civil.
Gracias al trabajo de las y los defensores, se han puesto en el escenario público evidencias y graves denuncias de crímenes contra la dignidad humana, labor que ha influido en la acción preventiva y punitiva del Estado, y ha logrado que diversos sectores sociales se sensibilicen y eduquen en materia de derechos humanos. De igual manera, ha permitido que la comunidad internacional comprenda mejor la realidad colombiana en esta materia.
Las y los defensores de derechos humanos trabajan para ampliar la democracia y sentar las bases de una paz sostenible para el futuro del país. El trabajo de las y los defensores ha sido reconocido por el derecho internacional de los derechos humanos, a través de los distintos pactos y convenios firmados por el Estado colombiano sobre el derecho y el deber que tienen los individuos, grupos y personas de promover y proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales universalmente reconocidas.
Para esta novena edición del Premio Nacional a la Defensa de los Derechos Humanos en Colombia, se recibieron 52 historias que dan cuenta de la diversidad, pluralidad, e inclusión que caracteriza al Premio.
Historias que a pesar del miedo, las amenazas y las agresiones, ponen de presente un trabajo de hombres y mujeres que se mantiene en la defensa del territorio, de las cuencas, bosques y serranías; de los derechos civiles y políticos; de la protección frente a las violencias urbanas, por la defensa y respeto en el reconocimiento de las personas LGTBI; defensa de derechos de las víctimas, presos por motivos políticos, de las mujeres en igualdad de género, defensa por las luchas campesinas, indígenas y afrodescendientes; desafíos todos ellos que representan en cada historia la construcción de la paz.
Hoy más que nunca es necesario protegerles, acompañarlos, reconocerles y reivindicar su valiosa y valiente labor.
Es el brazo humanitario y de cooperación para el desarrollo de la Iglesia de Suecia. Trabaja en más de 16 países y regiones, desde un enfoque de derechos, tiene 6 millones de miembros asociados y enfatiza la colaboración con iglesias, organizaciones y movimientos sociales, universidades y empresas que trabajan con construcción de paz, equidad de género, derechos sexuales y reproductivos, y desarrollo sostenibleA través de sus alianzas ecuménicas tiene estatus consultivo ante el Sistema de Naciones Unidas. Mediante la cooperación e incidencia apoya iniciativas en 15 países y hace intervenciones humanitarias en 35.
En Colombia apoya iniciativas de construcción de paz y justicia de género mediante socios y aliados nacionales e internacionales. Centra su acción con comunidades afrocolombianas, indígenas y campesinas, poblaciones particularmente afectadas por el conflicto armado. Desde el año 2017 otorga junto con Diakonia el Premio Nacional a la Defensa de los Derechos Humanos en Colombia.
es una organización de cooperación internacional, formada por las iglesias libres de Suecia que dan apoyo a más de cuatrocientas organizaciones locales de treinta y cinco países del mundo, en sus diferentes iniciativas de lucha por una vida más digna y un mundo más justo.
Con la plena convicción de que todas las personas tienen el mismo valor, sin distinción de raza, etnia, género u orientación religiosa o política, Diakonia establece como eje central de su trabajo el fomento a la democracia, la promoción y defensa de los Derechos Humanos, la equidad de género y la justicia económica, como condiciones básicas para el desarrollo.
La Sede de Diakonia se encuentra en Suecia, y cuenta con oficinas regionales en África, Asia, Medio Oriente y en Latinoamérica, ubicada en Bogotá. Además adelanta programas nacionales en Nicaragua, Guatemala, Honduras, Perú, Bolivia., Paraguay y Colombia
El programa de Diakonia en Colombia está centrado en la construcción de paz, la defensa de los derechos humanos y la reivindicación de derechos integrales de las víctimas, con una perspectiva de igualdad de género. Diakonia ha priorizado su trabajo de cooperación en tres regiones: Chocó, Cauca, Magdalena Medio, y Bogotá.
Un aspecto especialmente importante del programa de Colombia es el fomento de la coordinación a través de distintas plataformas en Derechos Humanos y trabajo de paz, que mantienen vínculos activos con otras redes en Europa y Estados Unidos.
Los grupos meta están constituidos por las organizaciones de pueblos indígenas, el movimiento afrocolombiano, organizaciones de Derechos Humanos y paz, grupos de mujeres y sus líderes, víctimas de la violencia, organizaciones campesinas, y ONGs que apoyan a los sectores más afectados por el conflicto armado y la injusticia económica.
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