La capital colombiana tiene lugares imprescindibles, sin embargo en muchas ocasiones pasan desapercibidos al estar camuflados detrás del flujo de personas o de los puestos ambulantes que comercializan sus productos en estos lugares.

La historia de la primera sala de cine ocurrió en uno de esos emblemáticos vecindarios bogotanos, en Las Nieves, conocido como el tercer barrio más antiguo de la ciudad.

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El Gran Salón Olympia fue la primera sala de cine, o cinema como solían llamarle a estos sitios en la época, que tuvo Bogotá. Pero no era solo un espacio de proyección de películas, sino un escenario para espectáculos de boxeo, eventos de baile y hasta se podía practicar patinaje dentro de ella.

Este espacio es el lugar fundacional del cine y fue el primero en impulsar la propagación de teatros en las calles que hoy componen el barrio de Las Nieves.

Algunos más pretenciosos bautizaron las calles de Las Nieves como la pequeña Hollywood bogotana.

La inauguración del salón Olympia fue el 8 de diciembre de 1912 con la proyección de El Último Frontignac, cuyo origen proviene del realizador italiano Mario Caserini.

Datos curiosos del cinema: 

  • Su capacidad era para 5.000 personas, gracias a la distribución de su silletería que estaba situada en la parte frontal y trasera del cinema generando una imagen invertida que permitía doblar la capacidad del cine.
  • La mayoría de proyecciones que mostraba el cine eran de origen francés o italiano.
  • Su nombre se escogió en honor al Olympia de París, Francia.
  • En 1945 su estructura fue vendida a Cine Colombia.

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