En Bogotá hay un italiano que tiene el espíritu rebuscador de un latinoamericano y a través de la pastelería y la panadería está logrando alcanzar su sueño de darle gusto a los paladares bogotanos.
"Me llamo Vinceno Solo Paro, soy de nacimiento italiano, me criaron la gran parte de mi vida en Venezuela y llegamos a Colombia hace unos 11 años, mi familia siempre tuvo negocios en el país y fue una opción debido a la situación de Venezuela venir a establecernos".
Los papas de Vinceno son venezolanos de nacimiento, pero sus abuelos por parte de papá son cicilianos, mientras que su abuela por parte de mamá es de Kioto-Japón y su abuelo de Letonia, debido a que Venezuela fue un país que recibió muchos inmigrantes.
Cuando Vinceno acabó el colegio, deicidio estudiar un intensivo de seis meses de panadería y pastelería en la Mariano Moreno, luego se dedicó a hacer pan para ir hasta la estación de TransMilenio de la 26, frente a la Universidad Nacional, a vender al rededor de 90 panes en canastas desde las 5:00 p.m. hasta las 7:00 p.m. por dos meses.
Después, compro un carro y empezó a vender 300 panes diarios, ya que tenía amigos que vendían productos Ramo e investigo que ruta iba a tomar, tiempo después consiguió gente que también quería vender sus productos en carritos.
"Cuando empezó la pandemia yo ya trabajaba talleres presenciales los fines de semana, pero obviamente el tema de los carros se detuvo por completo y empecé a hacer talleres virtuales, ya que todos estaban en su casa encerrados sin mucho que hacer y empezamos a promocionar lo talleres por redes sociales".
Bogotá le ha dado casa por casi 11 años, la mayoría de sus clientes están acá y según él, la capital le gusta mucho por las oportunidades que ha tenido.
Aquí el informe completo:
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