Con la intención de transformar la movilidad de Bogotá a un modelo más sostenible, se chatarrizaron los últimos 60 buses alimentadores de la fase dos de TransMilenio que operaban en la localidad de Suba.
Bogotá continúa avanzando en la electrificación de la ruta de TransMilenio. De 564 buses de la fase dos del sistema que operaban en Suba, fueron chatarrizados los últimos 60 alimentadores, para que de esta manera se dé paso a nuevas tecnologías que mejoren la movilidad en la ciudad.
Felipe Ramírez, gerente de TransMilenio, aclaró que “desde el año 2016 se han chatarrizado alrededor de 15.000 buses, contribuyendo de esta manera a la cadena de desintegración sostenible para lograr así la reutilización de estos materiales”.
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El proceso de chatarrización de estos alimentadores que ya cumplieron con su vida útil se plantea en etapas, primero se retira los fluidos, el plástico, los vidrios y las llantas, luego se corta el material y se separa la chatarra liviana de la pesada, finalmente, se tritura, clasifica y entrega a otras empresas para que sea reutilizado.
Los 60 chatarrizados fueron reemplazados por 91 buses eléctricos en la localidad de Suba. Actualmente por Bogotá se movilizan 350 buses eléctricos, 731 con tecnología de gas y 71 con tecnología diésel.
La chatarrización evita que se emitan entre 0.5 y 0.6 toneladas de material particulado al año. Actualmente, Bogotá se encuentra entre las primeras ciudades del mundo con mayor flota eléctrica.
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