En el año del ciclo Olímpico, en AHORA analizamos la situación del deporte en Colombia y en Bogotá, tomando como comparación la única verdadera industria del deporte que tiene el país: la Liga profesional de fútbol. El presupuesto del Ministerio del Deporte para el 2023 es de $946 mil millones de pesos, de los cuales se toma el 88 % para los proyectos de formación y preparación de deportistas de alto rendimiento, quienes nos representarán en cada uno de los torneos nacionales e internacionales en que participen las delegaciones colombianas.
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Colombia cuenta con 54 federaciones deportivas afiliadas al Comité Olímpico Colombiano (COI), que están divididas en deportes olímpicos, World Games y deportes autóctonos. Pero de esas 54 federaciones, el país solo cuenta con cuatro ligas profesionales: fútbol, baloncesto, béisbol y una más de microfútbol, que no está avalada por el COI. También se cuenta con una vuelta Colombia de nivel 3 en la Unión Ciclista Internacional (UCI). Pero, realmente, la única liga completamente profesional y que cuenta con una industria que la soporta es la Liga Betplay Dimayor de fútbol masculino.
En palabras del entrenador de Piratas de Bogotá, José Tapias: “Cada uno de los atletas debe tener un contrato de trabajo y pagar su seguridad social. En Brasil o Argentina el torneo es de un año, pero nosotros solo tenemos seis meses y el resto del año no hay remuneración en muchos casos”.
La liga de baloncesto cuenta con más de 20 de años, pero se sigue manteniendo en torneos cortos, que no permiten la profesionalización de los y las deportistas por el año. Derechos de televisión que no lo llegan a los equipos no permite hablar de este torneo, donde participa el equipo bogotano de Piratas, como una competencia fuerte, que genere ingresos suficientes para llamarla profesional e industrializada.
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Y aunque los deportes de conjunto tienen más apoyo de las instituciones públicas porque su desarrollo es más económico y se ven los resultados y las medallas más rápido, hace falta la creación de torneos o circuitos de alto nivel en Colombia y de recursos para que los y las atletas puedan participar de todos los eventos internacionales necesarios para lograr el mayor rendimiento, con miras a unos Juegos Olímpicos.
“Los recursos son escasos porque no alcanzan para todos. Debería haber una sinergia entre lo público y lo privado porque en este momento los padres de las familias son los patrocinadores de los deportistas”, afirmó el profe Tapias, quien también fue director del Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD) entre el 2004 y el 2008. En el buen desarrollo de deporte siempre debe estar involucrada la empresa privada.
Esta es necesaria para el fortalecimiento del deporte en las bases, en la formación. Se tiene que crear ese puente, como lo afirma Tapias, entre el gobierno central y local, con el sector privado para que ser deportista de alto rendimiento sea una verdadera opción de vida para las y los colombianos.
Por: Maria Fernanda Franco Luna | @mafeland89
Aquí puedes ver el análisis completo sobre la economía del deporte:
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